Volver a Granada
La gu¨ªa de la pol¨ªtica territorial del PSOE, definida en 2013, se basa en el convencimiento de que el impulso federalista es imprescindible ante los desajustes que viene mostrando el sistema auton¨®mico
Aunque la covid-19 lo cambie todo, no creo que el conflicto pol¨ªtico catal¨¢n desaparezca en la ¡°nueva normalidad¡±. Ya lo hemos visto a lo largo de la crisis sanitaria: la tensi¨®n nacionalista del Govern y de Esquerra no ha cesado, preocupados ambos por su rec¨ªproca competencia y por mantener encendida la llama de su reivindicaci¨®n independentista. Es m¨¢s, todos sabemos que la estabilidad del Gobierno ¡ªen lo que se refiere a los apoyos de su investidura¡ª depende de la pol¨ªtica territorial que se aplique y m¨¢s en concreto del desarrollo de la mesa bilateral creada con Catalu?a y de las negociaciones permanentes con el PNV.
Una dificultad m¨¢s para a?adir a la, ya de por s¨ª, enorme complejidad que enfrentamos con la recuperaci¨®n socioecon¨®mica de Espa?a, despu¨¦s de la pandemia, que tan duramente nos ha golpeado. Porque, desgraciadamente, todo parece indicar que esta delicada fase de nuestra historia la tendremos que afrontar con la m¨¢s grave fractura de nuestro sistema pol¨ªtico. Por eso, examinar los m¨¢rgenes de la negociaci¨®n territorial con Esquerra y el PNV, a la vista de los compromisos contra¨ªdos, resulta esencial.
El acuerdo de investidura con Esquerra se limita a crear una mesa bilateral con el Gobierno de la Generalitat y buscar un acuerdo ¡°para la resoluci¨®n del conflicto pol¨ªtico¡±. El acuerdo con el PNV establece compromisos m¨¢s concretos en relaci¨®n con el traspaso a la Comunidad Aut¨®noma Vasca (CAV) de las competencias estatuarias pendientes, inversiones en la Alta Velocidad, apoyo a la industria, etc¨¦tera, y una nueva apelaci¨®n al di¨¢logo... ¡°para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales¡±. Sobre esas bases se sustenta, pues, el marco acordado con los principales apoyos pol¨ªticos del Gobierno. Es f¨¢cil deducir lo que quieren los nacionalistas, pero, ?qu¨¦ queremos nosotros? O, quiz¨¢s, mejor: ?qu¨¦ podemos hacer nosotros para atender estas peticiones y estos compromisos?
Formalmente, el PSOE tiene una posici¨®n auton¨®mica consensuada con todos los territorios en el documento aprobado en Granada en julio de 2013 titulado Hacia una estructura federal de Estado. M¨¢s tarde, en el verano de 2017, la Comisi¨®n Ejecutiva del PSOE y la del PSC aprobaron la llamada Declaraci¨®n de Barcelona, titulada Por el catalanismo y la Espa?a federal. Si unimos ambos documentos tendremos definida la posici¨®n del PSOE ante el problema territorial de Espa?a. Fuera de este marco, el consenso interno se pierde y los riesgos electorales del PSOE se agravan.
El documento de Granada fue negociado por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba con todos los dirigentes territoriales del PSOE. Fue una tarea enorme de di¨¢logo interior y de esfuerzo de todos. Cada noche, al final de las conversaciones con uno u otros, retoc¨¢bamos el documento para atender peticiones de nuestros dirigentes territoriales. Fue aprobado por unanimidad en el Consejo Territorial de julio y despu¨¦s en la Conferencia Pol¨ªtica de 2013. Todas las resoluciones del partido aprobadas posteriormente se remiten a ese gran acuerdo interno. Incluidas la Declaraci¨®n de Barcelona y la Resoluci¨®n Pol¨ªtica del Congreso de 2017. Es un texto riguroso y propositivo, que contempla 14 medidas para dar respuesta a los diferentes problemas suscitados en el modelo auton¨®mico espa?ol, 40 a?os despu¨¦s de su implantaci¨®n y para responder tambi¨¦n a las demandas pol¨ªticas y econ¨®micas de las comunidades aut¨®nomas, generadas con las reformas estatutarias de segunda generaci¨®n (2006-2010). Naturalmente, la propuesta del PSOE pretende tambi¨¦n atender a las reivindicaciones nacionalistas planteadas esos a?os.
Se trata de una alternativa perfeccionadora del modelo auton¨®mico espa?ol, en clave federal, no confederal. Se plantea una reforma de nuestra Constituci¨®n (en paralelo a otras reformas necesarias en la Carta Magna) y en particular de su t¨ªtulo VIII, que contempla, entre otras, las siguientes medidas:
¡ªLa incorporaci¨®n a la Constituci¨®n de nuestro mapa auton¨®mico.
¡ªUna nueva y clarificadora distribuci¨®n de competencias, inspirada en los repartos competenciales federales.
¡ªLa determinaci¨®n y reconocimiento de los Hechos Diferenciales.
¡ªSustituir el Senado por una C¨¢mara de Representaci¨®n Territorial, dot¨¢ndola de nuevas competencias en el proceso legislativo.
¡ªEl reforzamiento de las facultades del Estado para asegurar la igualdad de los espa?oles en sus prestaciones b¨¢sicas.
¡ªConstitucionalizar la participaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas en la gobernaci¨®n del Estado, as¨ª como los principios de lealtad y colaboraci¨®n entre comunidades aut¨®nomas y Estado.
¡ªUn nuevo modelo de financiaci¨®n tomando como referencia el federalismo alem¨¢n.
Aunque no de manera expl¨ªcita, la propuesta socialista se materializa en un proceso de negociaci¨®n pol¨ªtica amplio que incluye, primero, la reforma constitucional y, despu¨¦s, la de los Estatutos de Autonom¨ªa, en momentos sucesivos o simult¨¢neos. La aprobaci¨®n del refer¨¦ndum constitucional en algunas de nuestras comunidades no ser¨ªa posible si no va acompa?ado de la actualizaci¨®n de su autogobierno. En otras, la nueva Constituci¨®n permitir¨ªa modernizar sus Estatutos en fases posteriores, especialmente para aquellas que no los actualizaron en el periodo 2006-2010.
La actual direcci¨®n pol¨ªtica del PSOE ha a?adido dos elementos singulares a esta propuesta. La consideraci¨®n de Espa?a como un Estado plurinacional y una concreta definici¨®n de compromisos a Catalu?a en su propuesta pol¨ªtica pactada con el PSC en las v¨ªsperas de la convocatoria del refer¨¦ndum de ese a?o... ¡°para evitar el choque de trenes de 1 de octubre¡±. (Declaraci¨®n de Barcelona, 2017). Hay que entender que el t¨¦rmino ¡°plurinacional¡± el PSOE lo acepta en la consideraci¨®n de una ¡°naci¨®n con naciones¡± o nacionalidades y no como una ¡°naci¨®n de naciones¡±, en afortunada distinci¨®n de Andr¨¦s Ortega. A su vez, los compromisos de tratamiento singular a Catalu?a bien pueden integrarse en su nuevo Estatuto, aunque los detalles de su concreci¨®n estar¨¢n llenos de complejidad t¨¦cnica y pol¨ªtica.
Esta es nuestra oferta y estos son tambi¨¦n nuestros l¨ªmites en el di¨¢logo con nuestros nacionalismos. Recordar el documento de Granada como gu¨ªa de la pol¨ªtica auton¨®mica del PSOE no es una reivindicaci¨®n de autor¨ªa ni un nuevo y merecido elogio a la gesti¨®n conciliadora de Alfredo y de Elena Valenciano en este enconado tema. Es reiterar que todo el PSOE est¨¢ de acuerdo en este marco y que salirse de ¨¦l solo podr¨¢ hacerse con un consenso interior semejante. Es tambi¨¦n reiterar nuestro convencimiento de que el impulso federalista, las herramientas del modelo federal, son imprescindibles ante los desajustes que viene mostrando nuestro sistema auton¨®mico. Las imperfecciones del funcionamiento sanitario en la pandemia o las reiteradas exigencias de revisi¨®n de nuestro sistema de financiaci¨®n son dos buenos ejemplos de nuestras urgencias auton¨®micas. Hay muchas m¨¢s y no son f¨¢cilmente conciliables
Es, por ¨²ltimo, una clarificaci¨®n pol¨ªtica que, creo sinceramente, nuestro partido debe a los espa?oles. La ambig¨¹edad de los compromisos contra¨ªdos en la investidura y la constataci¨®n de las exigencias independentistas, autodeterministas o confederales de nuestros interlocutores reclama un posicionamiento firme en la defensa de nuestro modelo territorial auton¨®mico-federal y en el rechazo a la fragmentaci¨®n territorial de nuestro pa¨ªs. En tiempos de tantas incertidumbres, no a?adamos una m¨¢s. Mucho menos, una tan grave.
Ram¨®n J¨¢uregui fue redactor de la Conferencia Pol¨ªtica del PSOE de 2013.
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