Borrador

La perseverancia no siempre es la clave del ¨¦xito. A veces, el encono revela la desesperaci¨®n de quien olfatea el fracaso. La oposici¨®n de los populares a cualquier decisi¨®n del Gobierno empez¨® siendo histri¨®nica y, si pierden la verg¨¹enza hasta el punto de exigir la comparecencia parlamentaria de Sim¨®n, desembocar¨¢ en el esperpento, pero podr¨ªa no obedecer s¨®lo al c¨¢lculo pol¨ªtico. Tal vez, hace tiempo, Casado lleg¨® a alentar expectativas reales de tumbar al Gobierno, pero creo que su actitud persigue ahora otros objetivos. El PP hace ruido, invoca el fantasma del 8-M, respalda toda clase de triqui?uelas procesales, multiplica demandas y querellas para desviar la atenci¨®n de la ¨²nica causa con visos reales de prosperar ante un tribunal. Porque, para que un documento sea un borrador, es imprescindible que esa palabra conste en una comunicaci¨®n impresa en papel oficial, firmada y sellada. Y en el protocolo que se remiti¨® a las residencias de ancianos de la CAM para imponer qu¨¦ internos podr¨ªan ser desviados a hospitales, y cu¨¢les no, el t¨¦rmino borrador no aparece por ninguna parte. Tendr¨¢n una muerte indigna, advirti¨® el Consejero de Servicios Sociales, refiri¨¦ndose a los ancianos excluidos. Advirti¨® que se trataba de una decisi¨®n inmoral, e incluso ilegal, pero Ayuso sigui¨® adelante para evitar que los hospitales colapsaran. Tras su decisi¨®n est¨¢ la necesidad de proteger las externalizaciones de Aguirre, los brutales recortes que impuso a los servicios p¨²blicos, las cifras de la rid¨ªcula inversi¨®n en Sanidad que se repiten en Madrid a?o tras a?o. Todo eso aflorar¨¢. Est¨¢ aflorando ya, y su pestilencia no ser¨¢ menos hedionda por mucho que Casado siga abusando de las esdr¨²julas en sus declaraciones.