Desorden fiscal

La asimetr¨ªa fiscal europea es una de las causas de los desequilibrios de las finanzas p¨²blicas entre los Estados de la Uni¨®n. La baja tributaci¨®n aplicada en un grupo de pa¨ªses claramente permisivos, como Holanda, Luxemburgo, Irlanda, etc¨¦tera, incita a la fabricaci¨®n de ingenier¨ªas fiscales que acaban reduciendo los impuestos que pagan las grandes multinacionales en naciones como Francia, Alemania, Italia o Espa?a. El informe de Tax Justice Report, recientemente hecho p¨²blico, cuantifica la p¨¦rdida recaudatoria por la elusi¨®n fiscal en unos 25.000 millones anuales (incluyendo los efectos de la baja exigencia tributaria de Suiza); de esa cantidad, a Espa?a le corresponder¨ªa asumir una p¨¦rdida de ingresos de unos 1.000 millones anuales. Una p¨¦rdida significativa para una econom¨ªa con un gasto p¨²blico social por debajo de la media europea y una tasa de endeudamiento elevada.

Las diferencias de tributaci¨®n entre pa¨ªses constituyen una amenaza para cualquier proyecto de uni¨®n fiscal progresiva en el futuro. Destruyen adem¨¢s la capacidad de cada Estado para hacer frente a los costes de las crisis, sean financieras como la de 2008 o como la provocada por la pandemia en 2020, y favorecen el enquistamiento de la desigualdad en los pa¨ªses con menos capacidad de ahorro p¨²blico. Adem¨¢s, refuerzan los flujos financieros desde las naciones del Sur hacia el Norte, una de las razones por las cuales la estabilidad de las finanzas p¨²blicas en los pa¨ªses mediterr¨¢neos tropieza con dificultades que se prolongan a lo largo de los a?os.

A pesar de que en Europa el desorden fiscal es evidente, las autoridades comunitarias han dado muy pocos pasos para corregirlo. Y aunque es una de las causas del super¨¢vit p¨²blico en algunos Estados del Norte, Gobiernos como el holand¨¦s favorecen la idea de que los pa¨ªses del Sur est¨¢n dominados por el despilfarro y la irresponsabilidad en el gasto. No parece una pol¨ªtica comunitaria muy coherente que el Gobierno de La Haya, que obtiene cuantiosos recursos de la competencia tributaria desleal con los principales pa¨ªses del euro, mantenga posiciones inflexibles, cuando no directamente hostiles, a los planes de choque para compensar los da?os causados por la covid-19.

Si pa¨ªses como Luxemburgo, Irlanda, Holanda o M¨®naco no pueden ser definidos oficialmente como para¨ªsos fiscales, a veces se parecen mucho, y si obtienen parte de su riqueza nacional de una competencia impositiva desleal con el conjunto de la Uni¨®n, se impone un plan definido y sostenido para armonizar los tipos fiscales en Europa. Sin armonizaci¨®n fiscal se agudiza la inestabilidad financiera en periodos de crisis, las instituciones europeas como el BCE tienen que actuar en condiciones de tensi¨®n que podr¨ªan evitarse con una recaudaci¨®n estatal m¨¢s equilibrada y se consolidan los circuitos de la elusi¨®n fiscal elaborados por las multinacionales no europeas. En el debe de la gesti¨®n de Bruselas hay que cargar el hecho de que ha ignorado un desequilibrio tan grave durante demasiado tiempo. Lo cual le ha obligado, como un objetivo secundario, a contemplar enfrentamientos con Estados Unidos por la elusi¨®n fiscal de sus multinacionales, con parches de complicada y relativa efectividad.