Al Eurogrupo

La salida del ministro portugu¨¦s de Econom¨ªa, M¨¢rio Centeno, del Gobierno de Ant¨®nio Costa, que hoy se har¨¢ oficial, crea un vac¨ªo en el Eurogrupo, el c¨®nclave de los ministros del ramo pertenecientes a la eurozona. No es un vac¨ªo menor. La gesti¨®n del profesor portugu¨¦s ha sido notable. Y ha destacado m¨¢s en una instituci¨®n tierna, apenas regulada, que recibi¨® del fr¨ªvolo holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem, a quien le acompa?ar¨¢ siempre la memoria de haber conseguido empeorar la crisis financiera de Chipre.

Tambi¨¦n Centeno ha mejorado al primer presidente, Jean-Claude Juncker, que no equilibr¨® la pol¨ªtica econ¨®mica europea ¡ªsesgada hacia la austeridad excesiva¡ª para atajar la Gran Recesi¨®n, aunque su posterior gesti¨®n al frente de la Comisi¨®n fue fruct¨ªfera. En el haber de Centeno figura el principio de acuerdo sobre el presupuesto del ¨¢rea euro; el primer paquete de lucha contra la actual recesi¨®n (uso del fondo de rescate o Mede, reaseguro de paro europeo, mayor activismo del Banco Europeo de Inversiones); y el inicio de la pol¨ªtica de transparencia. Transparencia in¨¦dita, y adem¨¢s por v¨ªa ins¨®lita, al vehicularse mediante cartas-resumen, que si bien no pod¨ªan considerarse conclusiones oficiales de las reuniones, daban pistas a ciudadanos y mercados y pol¨ªtica, y balizaban acuerdos futuros. Entre las cuentas pendientes figura la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) y la creaci¨®n del Fondo Europeo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos: pero Centeno ha cubierto en dos a?os y medio solo la mitad de su mandato, y de forma eficaz.

Entre los candidatos a sucederle aireados por los propios ministros destaca la vicepresidenta econ¨®mica espa?ola, Nadia Calvi?o. Lo es, antes que por su documento de identidad nacional, por sus credenciales europeas. La trama de acuerdos urdidos bajo el mandato de Centeno lleva su impronta de mediadora entre distintas posiciones y de conocedora de las instituciones y los 27 Gobiernos. Para esa labor, y para el puesto vacante, cuenta con una imbatible experiencia como directora general de Presupuestos de la Comisi¨®n, que exige combinar grandes principios: rigor fiscal y cohesi¨®n econ¨®mica, social y territorial. Pero adem¨¢s de su cualificaci¨®n comunitaria, Calvi?o es espa?ola y, en el ¨²ltimo reparto de cargos, Espa?a qued¨® a la espera de completar sus s¨®lidas aportaciones ¡ªsobre todo la del Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior, Josep Borrell¡ª con puestos de cabeza de las instituciones. Los otros socios principales ostentan el de la Comisi¨®n (Alemania), el Parlamento (Italia) y el BCE (Francia), mientras los peque?os pa¨ªses est¨¢n bien reflejados en la presidencia del Consejo Europeo (B¨¦lgica).

Algo parecido sucede con los dem¨¢s criterios complementarios para la presidencia del Eurogrupo. Por ideolog¨ªa, los socialdem¨®cratas no lideran instituciones ejecutivas; los pa¨ªses del sur, tampoco (y en el mismo ¨¢mbito del Eurogrupo, la cabeza del Euroworking Group, sus influyentes sherpas, recae en un finland¨¦s). Calvi?o, adem¨¢s, completar¨ªa una potente tripleta de dirigentes mujeres, con Ursula von der Leyen y Christine Lagarde.

Pero lucir esas cualificaciones profesionales y cubrir con holgura todos los dem¨¢s requisitos no es suficiente. En este tipo de nominaciones nadie regala nada. Los pa¨ªses y Gobiernos que quieren, a la vez, ser reconocidos y contribuir a la causa com¨²n con los mejores cuadros deben fajarse sin descanso.