?Ad¨®nde vas Estados Unidos?
Donald Trump act¨²a irritado ante la posibilidad, ya no tan remota, de perder la presidencia en noviembre
El presidente Trump cree estar asediado en El ?lamo y ha acudido a los militares para que lo liberen, en un espect¨¢culo de rep¨²blica bananera, cuando realmente es un ni?o mal criado, solo en la guarder¨ªa de la mansi¨®n presidencial, abandonado por los adultos que lo cuidaban y que ingenuamente cre¨ªmos que le har¨ªan entrar en raz¨®n encauzando sus peores impulsos. Pero ¨¦l contin¨²a impert¨¦rrito el disparate de su presidencia, de rabieta en rabieta. Trump orden¨® estacionar a las afueras de Washington tropas de combate de la 82 Divisi¨®n Aerotransportada, listas para apagar los motines de la ¡°izquierda radical anarquista, terroristas¡±. El 1 de junio, sus principales asesores, su hija Ivanka y su yerno, Jared Kushner, le recomendaron cruzar la plaza Lafayette y, Biblia en mano, hacerse una foto de propaganda frente a la iglesia de los presidentes.
Doble desatino, para el que hubo que despejar la plaza de manifestantes utilizando a la Guardia Nacional y a dos helic¨®pteros en vuelo rasante como una operaci¨®n de castigo en Vietnam, pero contra la ciudadan¨ªa estadounidense. El presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor pidi¨® perd¨®n por su presencia en la plaza, que pudo entenderse como una injerencia militar en asuntos pol¨ªticos. Mandos militares desobedecieron al presidente y condenaron el intento de usar al Ej¨¦rcito para acallar las protestas.
El presidente act¨²a irritado ante la posibilidad, ya no tan remota, de perder la presidencia en noviembre, con una recesi¨®n econ¨®mica, un paro disparado y contagiado de un triple virus: el de la covid-19, el final de un crecimiento ininterrumpido de m¨¢s de 10 a?os, y el estallido de protesta en todo el pa¨ªs tras la muerte de Floyd bajo la rodilla de un polic¨ªa blanco. Rebrota, medio siglo despu¨¦s de su desaparici¨®n legal, el pecado original de EE UU, el racismo. Trump se reafirma como un presidente racista al frente del supremacismo blanco. Pero hay m¨¢s combustible detr¨¢s de todo esto: la intolerable desigualdad, extrema en el caso del sistema sanitario y las clases trabajadora y media descolgadas del ascensor social. La chispa que puede encender cambios de entidad. ?Qu¨¦ ocurre cuando el sue?o americano se aplaza?
?Ad¨®nde vas, EE UU? Por primera vez en la ca¨®tica presidencia de Trump aparecen se?ales de que una mayor¨ªa exigua de estadounidenses se pregunta si es el momento de pasar p¨¢gina. Biden, gris honesto, no es el gran inspirador, pero puede ser la figura transitoria. Bastar¨ªa incluso con el lema de ¡°puedo hacerlo mejor¡±. Posee la empat¨ªa y la dignidad de las que carece Trump. Este cree estar en 1968, el a?o de los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy, y de los disturbios raciales, para emular a Nixon, como el presidente de la ley y el orden y encabezar la ¡°mayor¨ªa silenciosa¡± en la Casa Blanca. Veremos.
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