Contundencia

Nadie conoce la mejor manera de derrotar a un enemigo desconocido. En una situaci¨®n como la que estamos viviendo, las contradicciones, rectificaciones y errores son inevitables. Por eso admiro tanto a Fernando Sim¨®n, el ¨²nico espa?ol capaz de admitir delante de un micr¨®fono que no conoce la respuesta a todas las preguntas. Decir ¡°no lo s¨¦¡± casi siempre revela un grado de sabidur¨ªa superior al que implican las certezas expresadas con contundencia. Con contundencia rechaz¨® N¨²?ez Feij¨®o la ¨²ltima pr¨®rroga del estado de alarma, alegando que no exist¨ªan motivos para que el Gobierno siguiera ejerciendo el mando ¨²nico y recortando libertades. Ahora quiere que, cuando el estado de alarma decaiga, el Gobierno vulnere los derechos de madrile?os y catalanes, que les impida ir a Galicia de vacaciones aunque tengan all¨ª propiedades, aunque paguen impuestos por ellas, aunque sus estancias contribuyan a recuperar la econom¨ªa en una regi¨®n que apenas recibe turismo extranjero. Feij¨®o habr¨ªa quedado mucho mejor diciendo ¡°no lo s¨¦¡± cuando le preguntaron por la pr¨®rroga. Tal vez deber¨ªa preguntarse ahora qu¨¦ ocurrir¨ªa si los apestados se ofendieran, si decidieran vender sus casas o elegir otro lugar para gastarse su dinero en verano. Quienes osan hablar en nombre de todos los espa?oles acaban dividi¨¦ndolos en buenos y malos. La ¨²nica excepci¨®n es el grupo europeo del PP, que al alinearse con los halcones liderados por Holanda para exigir que se impongan f¨¦rreos controles a la ayuda que Espa?a recibir¨¢ de la UE, ha asumido el discurso de las austeras virtudes del norte frente al festivo despilfarro del sur. Ellos no han discriminado. Su actitud nos perjudica a todos los espa?oles por igual, con la misma contundencia.