Prorrogar los ERTE

Los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) han contribuido a aminorar el impacto de la par¨¢lisis de la econom¨ªa por la pandemia del coronavirus. Gracias a esta modalidad flexible de contrataci¨®n, las empresas pueden sostenerse con costes sociales m¨¢s bajos, los trabajadores tienen subsidios sin agotar sus derechos de prestaci¨®n y el paro no ha llegado a niveles de r¨¦cord. El impacto real de la covid-19 sobre el empleo solo se conocer¨¢ cuando vuelva la normalidad al conjunto de la producci¨®n, pero la eficacia relativa de los ERTE justifica que su vigencia se prolongue al menos hasta septiembre, con la vista puesta en su posible mantenimiento hasta finales de a?o. La raz¨®n estrat¨¦gica es simple: solo a finales del segundo semestre de 2020 podr¨¢ hacerse un balance de los costes astron¨®micos de la crisis v¨ªrica y la intensidad de la recuperaci¨®n, que hoy es una inc¨®gnita.

El Gobierno y los agentes sociales est¨¢n de acuerdo en prorrogar los ERTE, pero discrepan en detalles. La patronal reclama que est¨¦n vigentes hasta fin de a?o; es evidente que esto no puede ser un obst¨¢culo insalvable, porque bien cabe aceptar que antes de que acabe el actual periodo de vigencia (30 de junio) se apruebe ¡ªcon acuerdo social¡ª una pr¨®rroga hasta septiembre y en esa fecha se negocie un aplazamiento hasta diciembre. La diferencia es t¨¢ctica. El Gobierno prefiere asegurarse una negociaci¨®n al final de cada trimestre para reducir paulatinamente el coste de los expedientes. En abril el coste p¨²blico fue de 4.500 millones y en mayo de 5.100. El Gobierno argument¨® en la ¨²ltima reuni¨®n tripartita que los recursos del erario est¨¢n al l¨ªmite.

No hay razones para desconfiar del an¨¢lisis del Gobierno. La posici¨®n de Trabajo es explorar la posibilidad de ir bajando poco a poco tanto las prestaciones garantizadas a los trabajadores afectados como la exoneraci¨®n de hasta el 70% de las cuotas de las empresas a la Seguridad Social. Y habr¨¢ sectores que requieran m¨¢s tiempo de ERTE que otros. De ah¨ª que el Ejecutivo prefiera pr¨®rrogas cortas. Lo m¨¢s probable es que Gobierno y agentes sociales se pongan de acuerdo antes de que concluya junio en los t¨¦rminos en los que hay que mantener esta f¨®rmula. Las partes manejan argumentos razonables que pueden conectarse con facilidad. Efectivamente, hay que conocer cu¨¢les son los recursos disponibles, incluidos los fondos procedentes de la Uni¨®n Europea, antes de negociar cuant¨ªas de ayudas y recortes de cuotas, y, por supuesto, hay que hacer todo lo posible por mantener los subsidios a los trabajadores. Sobre esta buena disposici¨®n, puede haber acuerdos acerca del recorte gradual de las ayudas. Si el Gobierno pretende aprobar la prolongaci¨®n de los ERTE en el Consejo de ma?ana, deber¨ªa hacerlo con el respaldo total de empresas y sindicatos.