El terrible c¨ªrculo mafioso de la democracia colombiana
En ¨¦pocas de crisis pol¨ªtica y econ¨®mica, el surgimiento de salidas mesi¨¢nicas est¨¢ a la orden del d¨ªa
Hace unos d¨ªas la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n dio a conocer un informe sobre presuntas irregularidades en materia de contrataci¨®n en medio de la emergencia del nuevo coronavirus. Como se sabe, Colombia, al igual que muchos pa¨ªses, declararon un estado de emergencia, con lo cual se podr¨ªa decir que, entre otras cosas, se relajaban las reglas en materia de contrataci¨®n p¨²bica. En teor¨ªa, ante una emergencia se deb¨ªa acelerar la contrataci¨®n para responder r¨¢pidamente a la situaci¨®n. As¨ª mismo, en un pa¨ªs donde la informalidad econ¨®mica es alta, as¨ª como los niveles de pobreza y desigualdad, lo primero que se dispar¨® con la cuarentena obligatoria fue el hambre. Entonces, en todo el pa¨ªs, las alcald¨ªas y gobernaciones comenzaron a contratar de forma r¨¢pida mercados y kits de salud. Lo primero para paliar el hambre y lo segundo para evitar la propagaci¨®n del virus.
Luego de los primeros d¨ªas de p¨¢nico y supuestas acciones r¨¢pidas de los alcaldes y gobernadores, es decir, cuando el humo hab¨ªa pasado, se comenzaron a ver algunas de las consecuencias de esas acciones. Las podr¨ªa resumir en tres. Por un lado, sobrecostos en la contrataci¨®n de alimentos. Por ejemplo, latas de at¨²n que valen poco menos de un d¨®lar cotizadas hasta en cinco d¨®lares. En segundo lugar, se hicieron contrataciones con fundaciones o entidades no id¨®neas para la tarea que se contrat¨®. Por ejemplo, en uno de los casos se contrat¨® al due?o de un bar, es decir, un lugar dedicado al expedido de licor, para trasladar muestras de la covid-19. Por ¨²ltimo, se constat¨® que algunos de los privados que aportaron dinero a las campa?as pol¨ªticas luego fueron recompensados con este tipo de contratos.
En las ¨²ltimas horas, y d¨ªas despu¨¦s de que saliera el informe, la Procuradur¨ªa General de la Naci¨®n confirm¨® que encontr¨®, en un primer an¨¢lisis, 252 contratos en los que privados, ya sean personas naturales o jur¨ªdicas que hab¨ªan donado poco m¨¢s de 3.000 millones de pesos en diferentes campa?as, recibieron contrataci¨®n por cerca de 80.000 millones de pesos.
El c¨ªrculo mafioso de la democracia colombiana comienza con las donaciones privadas. Hacer pol¨ªtica vale mucho, se deben invertir miles de millones de pesos. As¨ª las cosas, los candidatos deben recibir donaciones privadas altas, lo cual a su vez lleva a que la persona que gane quede ¡°empe?ada¡± en su ejercicio p¨²blico. Luego, ese alcalde o gobernador debe cooptar el cuerpo colegiado, es decir, el concejo municipal o asamblea departamental. Ello le garantizar¨¢ la aprobaci¨®n de todas sus medidas y, sobre todo, la elecci¨®n ¡°favorable¡± de los ¨®rganos de control. Estos cuerpos colegiados eligen las contralor¨ªas y personer¨ªas, que a su vez son las encargadas de supervisar al alcalde o gobernador. La conclusi¨®n es sencilla: el cuerpo colegiado elige a un amigo del alcalde para que lo supervise. Al final no pasa nada.
En los ¨²ltimos a?os, en todo caso, la situaci¨®n ha comenzado a cambiar, pues son los ciudadanos, organizaciones sociales y de la sociedad civil las que han denunciado este tipo de comportamientos. Varios de los contratos se volvieron virales en las redes sociales. Adem¨¢s, los entes de control nacionales esta vez actuaron r¨¢pidamente y se logr¨® comprobar el mafioso sistema de contrataci¨®n que tiene Colombia. En medio de la pandemia habr¨ªa irregularidades por miles de millones de pesos en contrataci¨®n.
Este c¨ªrculo mafioso hace casi imposible que en lo local y regional avancen las investigaciones, es cuando se act¨²a desde el orden nacional cuando se dan algunos resultados. A su vez, dicha situaci¨®n provoca niveles altos de frustraci¨®n de la ciudadan¨ªa hacia sus gobernantes. Por lo que el sistema democr¨¢tico comienza a verse afectado.
A pesar de lo evidente de este c¨ªrculo, en el Congreso ha sido imposible aprobar una reforma pol¨ªtica y cada vez la imagen del sistema pol¨ªtico es peor en la ciudadan¨ªa. En ¨¦pocas de crisis pol¨ªtica y econ¨®mica el surgimiento de salidas mesi¨¢nicas est¨¢ a la orden del d¨ªa. A su vez, entre m¨¢s se demore la clase pol¨ªtica en reformarse las posibilidades de outsiders aumentan: es algo as¨ª como si estuvieran cavando su propia tumba.
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