La renovaci¨®n del contrato social

Mientras la Comisi¨®n de reconstrucci¨®n del Congreso termina su ronda de comparecencias, salen a la luz informes que, desde ¨®pticas distintas, apuntan los principales retos que tiene el pa¨ªs. En su trabajo Espa?a y la crisis del coronavirus: Una reflexi¨®n estrat¨¦gica en contexto europeo e internacional, el Real Instituto Elcano se?ala m¨¢s de 20 ¨¢mbitos de reformas: desde el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud hasta la transformaci¨®n del modelo productivo hacia uno ¡°m¨¢s digital, internacionalizado, verde e inclusivo¡±, pasando por la mejora de la gobernanza, todos ellos desde la constataci¨®n de que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil separar la pol¨ªtica internacional de la dom¨¦stica. Oxfam-Interm¨®n, en Una reconstrucci¨®n justa es posible y necesaria, tras advertir que la pandemia puede meter en la pobreza a 700.000 personas m¨¢s e incrementar en 1,7 puntos la desigualdad, apunta medidas para blindar el sector p¨²blico, con su correspondiente reforma fiscal, al tiempo que propone priorizar la lucha contra la precariedad laboral y apoyar a los migrantes. Son solo dos ejemplos a los que hay que unir las propuestas lanzadas desde la cumbre empresarial organizada por CEOE y otros muchos foros. Una mirada panor¨¢mica muestra a las claras que esto no va de reformas puntuales ni de matices.

Como recordaba el profesor Ant¨®n Costas en estas mismas p¨¢ginas, la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta y la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a un nuevo contrato social progresista que cristaliz¨® en el Estado social. La crisis energ¨¦tica y econ¨®mica de los setenta engendr¨® otro contrato, esta vez de corte neoliberal, cuyas consecuencias se dejaron notar de forma especial en la gesti¨®n de la crisis del 2008, alcanzando en Europa cotas de desigualdad que no se conoc¨ªan desde la Primera Guerra Mundial. Hoy la pandemia ha evidenciado problemas preexistentes, ha acelerado procesos y tendencias previas, y ha barrido en cuesti¨®n de semanas dogmas neoliberales que se consideraban incuestionables. La recuperaci¨®n en Europa se har¨¢ con dinero p¨²blico haciendo caso a la m¨¢xima expresada por la jefa del FMI, Kristalina Georgieva: ?Gasten cuanto puedan! Todo apunta a que esto no va de reformas, sino de una profunda renovaci¨®n, y por tanto una nueva negociaci¨®n del contrato social.

Los elementos que debe incorporar este nuevo contrato, el rol de lo p¨²blico, de lo privado, de lo social, o la creaci¨®n de nuevos espacios h¨ªbridos de cocreaci¨®n, est¨¢ tambi¨¦n en la mesa de negociaci¨®n, como lo est¨¢ la inaplazable necesidad de incorporar al futuro como un actor esencial, abordando as¨ª los retos de la sostenibilidad. Ninguna comisi¨®n puede acometer semejante tarea en dos meses, as¨ª que convendr¨ªa ir previendo c¨®mo se va a desarrollar el debate. La pluralidad de actores implicados, la transparencia del proceso y la puesta en marcha de din¨¢micas de deliberaci¨®n ser¨¢n claves para el ¨¦xito.