La ciudad del cuarto de hora
En el espejismo de las calles sin coches, del aire sin humo y del sonido de los p¨¢jaros hemos llegado a pensar que en la ciudad otra vida es posible
Muchos hemos entablado una nueva relaci¨®n con el tiempo y con el espacio durante el confinamiento. En el espejismo de las calles sin coches, del aire sin humo y del sonido de los p¨¢jaros hemos llegado a pensar que en la ciudad otra vida es posible. Han pasado apenas unos d¨ªas y esa sensaci¨®n comienza a quedar ya lejos, pero incluso antes de todo esto hubo gente que imagin¨® c¨®mo volver a humanizar un entorno urbano cada vez m¨¢s hostil.
Uno de ellos es Carlos Moreno, profesor e investigador franco-colombiano, precursor de las ideas del crono-urbanismo y de ¡°la ciudad del cuarto de hora¡±. Su propuesta es reconfigurar los barrios de modo que cada persona tenga los servicios primordiales ¡ªeducaci¨®n, trabajo, sanidad, ocio¡¡ª a no m¨¢s de 15 minutos de su casa. Se trata de poder ir a la mayor¨ªa de los sitios habituales a pie o en bicicleta, de revitalizar el comercio de proximidad, de disfrutar m¨¢s y mejor de los espacios p¨²blicos, de facilitar una nueva relaci¨®n entre vecinos, de reducir el n¨²mero de autom¨®viles¡ ¡°No es una transformaci¨®n instant¨¢nea, es una ambici¨®n, una hoja de ruta, un camino. Es un viaje para encarnar los lugares, encontrar a la humanidad al final de la calle, dotar de coraz¨®n al coraz¨®n de la ciudad¡±, afirma Moreno.
Pero para que este tipo de ideas prosperen hay que convertirlas en pol¨ªticas p¨²blicas y eso es lo que pretende hacer en Par¨ªs la reci¨¦n reelegida alcaldesa, Anne Hidalgo, que incluy¨® la ciudad del cuarto de hora en su programa electoral. Su ambici¨®n es haber convertido Par¨ªs en la primera gran ciudad del mundo (casi) sin coches al final de su segundo mandato. Como anticipo, durante la pandemia Hidalgo ha prohibido pr¨¢cticamente todo el tr¨¢fico de veh¨ªculos de motor en la Rue de Rivoli y ha proyectado 50 kil¨®metros adicionales de v¨ªas ciclistas.
Su apuesta verde la ha llevado a revalidar la alcald¨ªa en unas elecciones municipales en las que los ecologistas a lo largo del pa¨ªs han obtenido una victoria sin precedentes.
Muchas otras ciudades llevan a?os con diversas f¨®rmulas para acabar con el imperio del coche: ?msterdam, Copenhague, Ottawa ¡ªque introdujo recientemente la ciudad de 15 minutos¡ª, Pontevedra, Nagoya. Pero ninguna del tama?o de la capital francesa. En Barcelona y Vitoria se est¨¢ experimentado con las ¡°supermanzanas¡±, para desviar el tr¨¢fico a v¨ªas principales y devolver las calles ¡°interiores¡± a los vecinos. Madrid est¨¢ estudiando tambi¨¦n esta idea.
Ahora o ?cu¨¢ndo? La ONU calcula que el 68% de la poblaci¨®n mundial vivir¨¢ en ciudades para 2050. Hay que aprovechar estos momentos propiciados por la crisis antes de volver a sucumbir en la inevitabilidad de las inercias. Como han demostrado los votantes franceses, el deseo de cambio de la ciudadan¨ªa est¨¢ ah¨ª.
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