Trump y el remdesivir
El acuerdo de EE UU con Gilead constituye un nefasto antecedente
El acuerdo al que ha llegado el Gobierno de Estados Unidos con la farmac¨¦utica Gilead, propietaria del ¨²nico tratamiento aprobado hasta ahora contra la covid-19, constituye un nefasto antecedente de lo que puede ocurrir cuando se logre una vacuna. La Administraci¨®n de Trump ha adquirido el derecho de acaparar toda la producci¨®n de remdesivir del mes de julio y el 90% de la de agosto y septiembre, con lo que apenas quedar¨¢n reservas para otros pa¨ªses. A nadie se le oculta que, con esta operaci¨®n, el presidente Trump intenta restaurar, a golpe de talonario, el cr¨¦dito que ha perdido por su nefasta gesti¨®n de la crisis sanitaria.
Con 2,6 millones de infectados, 127.000 muertes y m¨¢s de 40.000 nuevos casos diarios, su prestigio ha ca¨ªdo en picado y necesita hacer creer, con su habitual prepotencia, que tiene soluciones. Se trata de un golpe de efecto m¨¢s propagand¨ªstico que efectivo pues el remdesivir est¨¢ lejos de ser una soluci¨®n terap¨¦utica capaz de acabar con el virus. De momento, lo ¨²nico que ha demostrado es que acorta de 15 a 12 d¨ªas el tiempo de hospitalizaci¨®n de los pacientes que presentan una neumon¨ªa de gravedad media y requieren ox¨ªgeno pero no intubaci¨®n, es decir, menos del 20% de los infectados con s¨ªntomas. Ni reduce la mortalidad ni es efectivo en los casos de mayor gravedad en los que se produce una respuesta inmunitaria exagerada que da?a diferentes ¨®rganos.
El movimiento de Trump exige una respuesta de la comunidad internacional, pues anticipa el tipo de estrategia que est¨¢ dispuesto a seguir y la competencia feroz que se puede desencadenar cuando se logre una vacuna o un tratamiento realmente eficaz. Trump ya acord¨® con la farmac¨¦utica francesa Sanofi invertir en la vacuna que ensaya a cambio de tener preferencia en el suministro si demuestra seguridad y eficacia. Corremos el riesgo de que se desate una guerra feroz de corte nacionalista que deje fuera de los beneficios de la vacuna o los posibles tratamientos a buena parte de la humanidad.
Los graves problemas de abastecimiento que hemos visto en el caso de los respiradores y el material de protecci¨®n sanitaria se reproducir¨¢n a mayor escala y mayor virulencia si no somos capaces de articular un mecanismo concertado bajo la direcci¨®n de la OMS que garantice una producci¨®n suficiente y permita una distribuci¨®n equitativa con prioridad para los colectivos m¨¢s expuestos y m¨¢s vulnerables de cada pa¨ªs. Las leyes del mercado basadas en la capacidad adquisitiva dif¨ªcilmente garantizar¨¢n en este caso el mayor beneficio posible de las mejoras terap¨¦uticas que se logren. Es un error pensar que una crisis sanitaria global como la del coronavirus y las que puedan venir despu¨¦s se resolver¨¢n con estrategias ego¨ªstas y parciales.
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