La oportunidad de una apuesta industrial
Espa?a debe contar con un plan de reindustrializaci¨®n de forma inteligente, consensuado con Europa. Es importante que est¨¦ liderado por una persona de prestigio econ¨®mico y con amplio apoyo pol¨ªtico
Desde de la crisis de 2008, y aceleradamente con la actual, se ha abierto camino la idea de que Europa necesita una pol¨ªtica tecnol¨®gica e industrial s¨®lida. No podemos perder posiciones en la nueva geopol¨ªtica protagonizada por EE UU y China. Francia y Alemania acordaron en febrero de 2019 y en mayo de este a?o una estrategia industrial. La Comisi¨®n Europea, en mayo de 2020, planea la movilizaci¨®n de recursos financieros en el Marco Financiero Plurianual 2021/2027 y en el Next Generation EU, uno de cuyos pilares es el European Green Deal, para financiar la transformaci¨®n tecnoindustrial europea. A Espa?a se le presenta una oportunidad ¨²nica para una reindustrializaci¨®n inteligente y dejar de ser una econom¨ªa de baja productividad. Necesitaremos voluntad colectiva, liderazgo y planificaci¨®n. En este contexto, nos atrevemos a sugerir 10 propuestas.
1. Espa?a debe tener un plan perfectamente alineado con Europa. Es decir, lo debemos consensuar con Francia y Alemania. Estos van a ser determinantes en qui¨¦n produce qu¨¦ en Europa, y el plan debe aspirar a conseguir que lo que corresponda a Espa?a sea razonable, pero siempre ambicioso. Es importante que el plan est¨¦ liderado por una persona que goce de soporte pol¨ªtico amplio y expl¨ªcito y, a la vez, de prestigio econ¨®mico y social. El dise?o del plan debe ser el resultado del di¨¢logo pero debe centrarse en el largo plazo.
2. Para ser cre¨ªble el plan requerir¨¢ recursos p¨²blicos de la UE y espa?oles. Ahora bien, el plan debe ir mucho m¨¢s all¨¢. Es absurdo pretender ser un pa¨ªs de alta tecnolog¨ªa y alta productividad sin un sector de investigaci¨®n de gran potencia, sin una universidad innovadora capaz de transferir eficazmente tecnolog¨ªa y conocimiento a la econom¨ªa, sin una Formaci¨®n Profesional potente, sin un sistema fiscal que estimule la inversi¨®n en proyectos prometedores pero poco maduros, ni, de hecho, sin que la productividad y la innovaci¨®n tengan prestigio social. Por todo ello el ¨¦xito del plan exige una gobernanza s¨®lida, y, para empezar, que lo suscriba una mayor¨ªa parlamentaria estable y que lo compartan todas, o al menos la mayor¨ªa, de las CC AA.
3. El plan debe focalizarse exclusivamente en aquellas palancas capaces de transformar el modelo productivo a largo plazo. No debe ser resultado solo de un di¨¢logo con agentes muy condicionados por los problemas del presente. Deben evitarse las din¨¢micas de contentar a muchos sin transformar eficazmente nada.
4. No puede haber industria sin buena conectividad, de todo tipo. As¨ª, por ejemplo, el fomento de una energ¨ªa verde exige que las redes energ¨¦ticas tengan una conexi¨®n eficaz con las europeas y un soporte tecnol¨®gico e industrial s¨®lido.
5. El plan debe estructurar un proceso abierto y competitivo de selecci¨®n de proyectos. Este debe surgir de un di¨¢logo con personas con conocimiento y con empresas, u otros agentes, que manifiesten la voluntad de implicarse en su ejecuci¨®n y la capacidad de movilizar recursos. No es dif¨ªcil imaginarse ¨¢mbitos de gran relevancia. Energ¨ªa: el gran reto europeo es la descarbonizaci¨®n. No se trata solo de que la energ¨ªa consumida en Espa?a sea neutra, sino de que la industria espa?ola participe de la transformaci¨®n tecnoindustrial que implica la transici¨®n energ¨¦tica. La apuesta por el hidr¨®geno no es un tema menor para la descarbonizacion en t¨¦rminos tambi¨¦n de competitividad industrial. Automoci¨®n: la transici¨®n a veh¨ªculos de emisiones netas 0 la debemos afrontar sin disponer de la sede central de ninguna empresa automovil¨ªstica. Es una dificultad que el caso de Nissan ilustra bien. Pero a la vez la transformaci¨®n plantea enormes oportunidades, de las que Espa?a, un pa¨ªs con una gran concentraci¨®n productiva, puede beneficiarse. El plan debe proponerse apoyar a l¨ªderes industriales (presentes o no en Espa?a) para desarrollar aqu¨ª proyectos innovadores que arrastren a pymes. En particular, a los OEM (fabricantes de componentes originales) aut¨®ctonos. Industrias de la vida: se trata de un sector en crecimiento a largo plazo, en v¨ªas de revoluci¨®n por la aplicaci¨®n de los avances cient¨ªficos y en cual Espa?a puede incidir con fuerza porque contamos con un sector sanitario potente y bien articulado. Tambi¨¦n en este caso el plan debe apoyar a actores capaces de liderar proyectos innovadores de alto valor a?adido. Estos l¨ªderes pueden ser empresas privadas pero tambi¨¦n p¨²blicas, aunque en este caso es imprescindible que exista normativa que permita la canalizaci¨®n por instituciones no sometidas al derecho administrativo. Industrias: digitales, de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n. Es este un sector habilitador para la pr¨¢ctica totalidad de la econom¨ªa. Hasta ahora la debilidad de Europa ha sido manifiesta. Pero Francia y Alemania, alineadas con la propia Comisi¨®n Europea, est¨¢n poniendo sobre la mesa apuestas ambiciosas, tanto en software como en hardware. En el primer caso, el foco se pondr¨ªa sobre la inteligencia artificial y su may¨²sculo impacto econ¨®mico. En el segundo, las tecnolog¨ªas clave son el 5G, la rob¨®tica y la supercomputaci¨®n. Espa?a podr¨¢ ah¨ª jugar un papel de liderazgo con implicaciones geopol¨ªticas: el dise?o y fabricaci¨®n de chips que garanticen una mayor soberan¨ªa tecnol¨®gica europea, siguiendo las directrices de la Comisi¨®n Von der Leyen.
6. Los proyectos recogidos en el plan se basar¨ªan en un l¨ªder capacitado para protagonizarlos y en un conjunto de empresas traccionadas. Es importante que el plan establezca medidas para fortalecer un ecosistema que genere empresas innovadoras.
7. Espa?a debe mejorar significativamente su aportaci¨®n a la producci¨®n cient¨ªfica de frontera y su capacidad para incorporarla a la econom¨ªa productiva. Ello exige modificaciones legales sobre la gobernanza universitaria y de los centros p¨²blicos de investigaci¨®n que debe acometer la Administraci¨®n central con las CC AA.
8. Es indispensable contar con una Formaci¨®n Profesional m¨¢s potente y orientada a resultados. Tambi¨¦n aqu¨ª, la complicidad de las CC AA es necesaria.
9. El plan debe incluir incentivos fiscales para facilitar la inversi¨®n en proyectos de riesgo, ya porque sean de maduraci¨®n a largo plazo, ya porque se trate de la inversi¨®n en los primeros estadios de empresas innovadoras de nueva creaci¨®n (start-ups).
10. El plan debe contar con instrumentos financieros capaces de convertir en proyectos tecnoindustriales acompa?ando a los protagonistas. El plan debe ser un socio que asume un riesgo y aspira a una retribuci¨®n a largo plazo. Sugerimos una dotaci¨®n de 20.000 millones. Como m¨ªnimo, las inversiones soportadas deben triplicar estos recursos. Los fondos administrados por el plan provendr¨ªan en buena medida de la Recovery and Resilience Facility de la Next Generation EU, previsiblemente dotada de 560.000 millones y compuesta de subvenciones (310.000 millones) y pr¨¦stamos (250.000 millones). Suponiendo que a Espa?a le corresponda el 20% de estas cantidades y destinando al plan el 25%, estamos considerando un total de 28.000 millones, de los cuales 15.500 millones en forma de subvenci¨®n y 12.500 millones de pr¨¦stamo, de origen comunitario. La primera cantidad deber¨ªa ser doblada como m¨ªnimo con fondos provenientes de los Presupuestos Generales del Estado. Adem¨¢s, las CC AA deber¨ªan llevar a cabo las adecuaciones pertinentes de sus aparatos educativos, de investigaci¨®n, de transferencia de tecnolog¨ªa y, en la medida que vayan a participar en los proyectos del plan, sanitarios.
Andreu Mas-Colell es economista, UPF y BIST, y Emiliano L¨®pez Atxurra es presidente de Tecnalia.
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