Por qu¨¦ un voto dado con el coraz¨®n en el Congreso dej¨® desnudo a Bolsonaro
Los maestros de Brasil han logrado una victoria legislativa que a su vez es un duro golpe para Jair Bolsonaro, quien est¨¢ m¨¢s desnudo pol¨ªticamente de lo que parece
La votaci¨®n en la C¨¢mara de Diputados brasile?o en los dos turnos para la aprobaci¨®n de la importante ley sobre el Fundeb, que regula los gastos del Estado para la ense?anza b¨¢sica, con s¨®lo siete votos en contra, ha sido sin duda un voto que los diputados han dado con el coraz¨®n. Por una vez se han olvidado de sus peque?os intereses pol¨ªticos o de partido y han sabido poner los ojos en esos millones de ni?os que son el futuro de la naci¨®n, cuya ¨²nica redenci¨®n es una buena ense?anza de base.
Una mejor educaci¨®n fundamental les impedir¨¢ dejarse esclavizar cuando sean mayores. Y los diputados han votado con el coraz¨®n seguramente pensando tambi¨¦n en los millones de profesores que son el motor de la educaci¨®n, una continuaci¨®n de la familia. Ellos merecen todo el respeto, el apoyo y el cari?o de la naci¨®n. M¨¢s en Brasil, donde los profesores son de los peor remunerados del mundo y no por eso dejan de dedicar su vida con pasi¨®n a la ense?anza.
Ha sido un voto con el coraz¨®n y al mismo tiempo una derrota, o mejor a¨²n una humillaci¨®n a un gobierno que casi a dos a?os de su mandato no ha conseguido m¨¢s que siete votos de todo la C¨¢mara de Diputados para apoyar su proyecto, con el que quer¨ªa usar el Fundeb para crear un programa en clave electoral.
Por ello, si ha sido un voto con el coraz¨®n, tambi¨¦n ha sido un voto de castigo al presidente Bolsonaro, quien adem¨¢s de su conducta de tinte genocida durante la pandemia, seg¨²n dicen juristas, pasar¨¢ negativamente a la historia por su desprecio a la educaci¨®n con su rosario de ministros de Ense?anza incapaces para el cargo que ¨¦l mismo se vio obligado a destituir porque eran una verg¨¹enza nacional.
En la hist¨®rica votaci¨®n del Congreso sobre el Fundeb, el presidente Bolsonaro se ha revelado m¨¢s que un nuevo Atila, cuyo caballo hac¨ªa morir para siempre la hierba que pisaba, como el caballo de Troya descrito por Homero en La Odisea, que a lo largo de los siglos se ha convertido en la met¨¢fora del enga?o pol¨ªtico y militar.
En cualquier otra parte del mundo, sobretodo donde existe la figura del presidente del gobierno separada del Presidente de la Rep¨²blica, la tarde misma de la rotunda derrota del Congreso, habr¨ªa habido una crisis de gobierno. Y a¨²n en un r¨¦gimen como el brasile?o, Bolsonaro, de haber tenido grandeza pol¨ªtica, hubiese renunciado a su cargo ya que ha quedado claro que es un Ejecutivo que ha sido humillado con una derrota tan rotunda en un tema tan crucial como el de la educaci¨®n.
El voto del Congreso, pronunciado por los congresistas con el coraz¨®n, puede haber revelado m¨¢s que una humillaci¨®n al presidente. Ese voto har¨¢ pensar a muchos que quiz¨¢s sea una falacia la excusa de que no es prudente dar curso a las decenas de peticiones de impeachment contra Bolsonaro, que se amontonan en el Congreso, bajo la excusa de que el gobierno contar¨ªa con votos suficientes para pararlas.
La votaci¨®n sobre el Fundeb, que avergonzar¨ªa en cualquier pa¨ªs a cualquier gobierno, ha dejado tambi¨¦n patente que el presidente est¨¢ m¨¢s desnudo pol¨ªticamente de lo que parece. Bolsonaro, quien tanto acude al cielo y a los dioses en su favor, deber¨ªa reflexionar que quiz¨¢s desde aquellas alturas de lo divino comienza a verse m¨¢s abandonado de lo que podr¨ªa imaginar. Y cuando los dioses, aunque sea como met¨¢fora, empiezan a abandonar a alguien la derrota suele estar cercana.
Soy hijo de dos profesores rurales pobres que nunca consegu¨ªan acabar el mes sin deudas para que mal pudi¨¦ramos comer, pero que nos infundieron a mi y a mis hermanos la pasi¨®n por el saber como la mejor arma de defensa contra la iniquidad. Por ello no puedo dejar de dedicar esta columna con emoci¨®n a la victoria conseguida por los millones de sacrificados profesores de educaci¨®n de base de Brasil, que hoy pueden sentirse orgullosos de haber ganado esa batalla a quienes tanto los han siempre humillado.
Ojal¨¢ sea esta victoria el alba de nuevas victorias en un pa¨ªs donde el tema de la educaci¨®n es m¨¢s crucial si cabe, que en otras partes. No podemos olvidar que una de las mayores tragedias de este pa¨ªs continente fue cuando millones de esclavos africanos, cuyos descendientes son a¨²n mayor¨ªa en el pa¨ªs, fueron abandonados a su suerte sin educaci¨®n para ellos y para sus hijos.
Hoy Brasil paga el precio de aquel cruel abandono y de aquella aberraci¨®n llevada a cabo con millones de analfabetos y de personas sin preparaci¨®n a las que se les impidi¨® conseguir un trabajo digno y un rescate cultural que los liberase de las humillaciones y dolores de los demonios de una injusticia que a¨²n se resiste a morir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.