?Qu¨¦ rep¨²blica?
Vamos a necesitar un debate que rellene este concepto con aspectos m¨¢s espec¨ªficos, ¨²tiles e inclusivos
Mi abuelo paterno contaba que su padre, Gin¨¦s, fue un mon¨¢rquico que luch¨® con el bando republicano durante la Guerra Civil. Porque ¡°el [inserte insulto] de Franco no iba a instaurar la monarqu¨ªa en su vida¡±. Igual que mi bisabuelo era un mon¨¢rquico condicional y matizado, uno puede ser un republicano del mismo estilo, que prefiere una rep¨²blica a una monarqu¨ªa, pero no cualquier rep¨²blica sobre cualquier monarqu¨ªa, ni en cualquier momento, ni a cualquier precio.
A mi entender, cuando abrimos el foco comenzamos a entender que la mochila que arrastra la contraposici¨®n entre monarqu¨ªa y rep¨²blica en Espa?a oscurece la precisi¨®n necesaria para abordarla. No se trata de deshacernos de esa carga, sino de ponerla en su justa dimensi¨®n junto a otras preguntas: ?cu¨¢l es el men¨² de rep¨²blicas en el que estamos pensando? ?C¨®mo afectar¨ªa cada una de ellas a tal o cual aspecto de la toma de decisiones? ?Qu¨¦ otras piezas habr¨ªa que tocar, y en qu¨¦ direcci¨®n? Porque si el atractivo est¨¦tico y simb¨®lico del dilema monarqu¨ªa vs. rep¨²blica (en realidad, de su base hist¨®rica) oscurece los matices de su impacto a futuro, sucede lo contrario con las reformas paralelas: no hablamos lo suficiente de formatos de la Administraci¨®n, ni de descentralizaci¨®n, ni de separaci¨®n y relaci¨®n entre poderes, ni de capacidades y procesos en el legislativo o en el judicial. Esas son las tuercas y tornillos que realmente determinan el funcionamiento de una rep¨²blica, m¨¢s que la forma de elecci¨®n de su cabeza.
En el trayecto de definirlas se da, adem¨¢s, la particularidad de que el consenso es un fin en s¨ª mismo. El ¨²nico que garantiza la estabilidad propia de una forma de Estado, un arreglo constitucional, que no puede surgir de la mitad m¨¢s uno de la poblaci¨®n si queremos que perdure. En la Rep¨²blica con may¨²scula se encuentran algunos partidarios, pero probablemente no los suficientes, y una parte no despreciable con motivaciones alejadas de la construcci¨®n de acuerdos. De hecho, m¨¢s bien cercanas a la polarizaci¨®n como estrategia cortoplacista. Lo mismo sucede en torno a la Monarqu¨ªa actual, que cuenta con su propia may¨²scula, y ciertos sectores ac¨¦rrimos a los que el consenso cada vez les queda m¨¢s lejos. En una rep¨²blica sin may¨²scula quiz¨¢s haya m¨¢s gente, pero para comprobarlo vamos a necesitar un debate que rellene este concepto con aspectos m¨¢s espec¨ªficos, ¨²tiles e inclusivos.@jorgegalindo
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