Acuerdo cr¨ªtico
Sin Presupuestos no se aprovechar¨¢n los fondos europeos ni habr¨¢ reconstrucci¨®n
La pertinaz pr¨®rroga de los Presupuestos (todav¨ªa est¨¢n vivos los de Montoro para 2018) constituye un problema cr¨ªtico para la econom¨ªa espa?ola. La vigencia de los heredados, que est¨¢n ya agotados, falsea la situaci¨®n real de las cuentas p¨²blicas y, lo que es casi peor, act¨²a como un cors¨¦ que impide cualquier cambio significativo de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, en tanto que, por ejemplo, impide el giro hacia pol¨ªticas m¨¢s expansivas, probablemente m¨¢s acordes con el signo de los tiempos. Adem¨¢s, en 2020 ha aparecido un factor que rompe la din¨¢mica restrictiva de las cicateras cuentas de Montoro: Espa?a se dispone a recibir un conjunto de transferencias procedentes de Europa, los fondos de compensaci¨®n para hacer frente a los efectos destructivos de la pandemia, que exigen encajar en el ejercicio de 2021 una inyecci¨®n de dinero de unos 30.000 millones. Esta aportaci¨®n p¨²blica europea necesita un marco presupuestario claro, detallado, para aplicar las inversiones de recuperaci¨®n a partir del a?o pr¨®ximo, con el horizonte situado en 2023. Para que todos los partidos y fuerzas pol¨ªticas est¨¦n enterados, conviene recordar que Europa inyectar¨¢ transferencias a medida, por decirlo as¨ª, que se apliquen presupuestariamente las inversiones.
Deber¨ªa estar claro, por tanto, que 2021 no ser¨¢ un ejercicio presupuestario cualquiera. Los partidos pol¨ªticos y el Congreso son responsables directos de canalizar en un Presupuesto el caudal de ayudas y subsidios por el que los Gobiernos europeos han venido negociando durante los ¨²ltimos meses. Quienes practiquen actitudes de bloqueo, una negociaci¨®n reticente u obstaculicen conscientemente la aprobaci¨®n de unas cuentas del Estado que reflejen las nuevas condiciones financieras y los programas de recuperaci¨®n o modernizaci¨®n de la econom¨ªa, estar¨¢n impidiendo objetivamente que la econom¨ªa espa?ola pueda salir airosa de una recesi¨®n profunda y desalentadora.
Las coartadas ideol¨®gicas est¨¢n de m¨¢s en este paso decisivo desde la crisis de la covid-19 a una recuperaci¨®n viable debido a la relativa abundancia de los recursos financieros. El Gobierno de coalici¨®n de S¨¢nchez no sufrir¨¢ las penurias financieras derivadas de una austeridad da?ina impuesta en 2012. Gracias a los fondos europeos no ser¨¢ necesario incurrir en recortes del gasto (que suelen ser los sociales) ni recurrir a subidas bruscas de impuestos ¡ªel presidente ya ha sugerido que las subidas fiscales se posponen hasta el momento en que la econom¨ªa recupere la normalidad¡ª e incluso habr¨¢ recursos para desarrollar pol¨ªticas de modernizaci¨®n paulatina de la econom¨ªa. El Gobierno y la oposici¨®n tienen que ser conscientes de que la sociedad espa?ola se enfrenta a una tarea de reconstrucci¨®n de la econom¨ªa, que es m¨¢s compleja que una simple recuperaci¨®n. Mientras en la segunda hay que confiar y estimular la demanda y la oferta reforzando, en el caso espa?ol, los incentivos del mercado, en la primera hay que sustituir algunas piezas del patr¨®n de crecimiento y orientar la producci¨®n hacia el ¨¢mbito industrial, la productividad tecnol¨®gica y las energ¨ªas renovables.
As¨ª pues, el Gobierno, la oposici¨®n y las fuerzas pol¨ªticas tienen que conseguir un pacto que garantice que habr¨¢ Presupuestos Generales del Estado para 2021, 2022 y 2023¡ al menos. Ese acuerdo tiene que incluir un programa de inversiones p¨²blicas (gasto social, infraestructuras, rehabilitaci¨®n, mejora de la productividad) consensuado hasta donde se pueda, pero en ning¨²n caso bloqueado, y un plan de estabilidad financiera a cinco a?os que garantice la reducci¨®n del endeudamiento y acabe con la debilidad menesterosa de la recaudaci¨®n p¨²blica. Si esto es posible o no depender¨¢ de que el principal partido de la oposici¨®n renuncie al obstruccionismo sin prop¨®sito que practica con entusiasmo y que los partidos que acompa?an al PSOE en su mayor¨ªa parlamentaria abandonen la pol¨ªtica de exclusi¨®n y discriminaci¨®n de otras formaciones. La oportunidad de reconstrucci¨®n existe y tiene posibilidades de ¨¦xito; pero tambi¨¦n puede frustrarse por estrategias pol¨ªticas equivocadas o malintencionadas.
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