?lvarez de Toledo, las ideas y el poder
Los detractores m¨¢s honestos de la exportavoz admiten su brillantez; sus defensores m¨¢s resignados reconocen que ella aspiraba a tener raz¨®n pero la pol¨ªtica no va de eso
Michael Scammell cuenta que se dec¨ªa que Koestler ten¨ªa la facultad de exponer sus argumentos de la manera que molestaba a la mayor cantidad de gente posible. Algo parecido le ocurre a Cayetana ?lvarez de Toledo, que ha sido cesada esta semana como portavoz del PP en el Congreso, tras una entrevista que public¨® en estas p¨¢ginas Javier Casqueiro.
Uno de los elementos antip¨¢ticos de la exportavoz es que a menudo hablaba de cosas desagradables. David Mej¨ªa ha se?alado su enfrentamiento con la ultraderecha, la izquierda posmoderna y el nacionalismo: una cr¨ªtica que ella basaba en los principios de la Ilustraci¨®n. Puede cometer errores de t¨¢ctica y tono, pero cuando acierta se enfrenta al diagn¨®stico que se?al¨® Stendhal: el buen razonamiento ofende. Tambi¨¦n da la sensaci¨®n extenuante de que entra en todas las disputas, al margen de su oportunidad o posibilidades de victoria. Sus detractores m¨¢s honestos admiten su brillantez; sus defensores m¨¢s resignados reconocen que ella aspiraba a tener raz¨®n, pero la pol¨ªtica no va de eso. Algunos han dicho que su marcha contribuir¨¢ a suavizar el clima pol¨ªtico espa?ol. En las C¨¢maras est¨¢n Lastra, Rafael Hernando, Iglesias, Rufi¨¢n y Abascal. Parece dif¨ªcil que ese clima mejore mucho, pero perder¨¢ claridad a la hora de articular algunas posiciones. En algunos casos, quiz¨¢ dejen de defenderse.
Se ha se?alado que su destituci¨®n manifestaba un alejamiento de Vox y un giro hacia la moderaci¨®n que representar¨ªan dirigentes como Juan Manuel Moreno. Para otros mostrar¨ªa una voluntad de acercamiento al PSOE. Entre los problemas de estas interpretaciones est¨¢ que nadie en el PP ha sido tan duro con los ultraderechistas como ?lvarez de Toledo, que el ejemplo moderado gobierna gracias a los votos de Vox o que ella defiende los acuerdos entre los partidos constitucionalistas. A veces tambi¨¦n se pueden confundir mediocridad y moderaci¨®n.
Esos argumentos indicar¨ªan que a Pablo Casado no le gustan las ideas de la portavoz que nombr¨®. Pero parece una conclusi¨®n precipitada: los cambios en los partidos obedecen m¨¢s a la lucha por el poder que a la filosof¨ªa. Despu¨¦s de todo, a Casado no se le ha detectado una relaci¨®n con las ideas y es aventurado pensar que supiera reconocer una. S¨ª podr¨ªa se?alarse que, con todos sus problemas ¡ªindividualismo, una impresi¨®n de soberbia o rigidez¡ª, ?lvarez de Toledo se tomaba las ideas en serio y eso en algunos contextos es una descortes¨ªa. @gascondaniel
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