Decencia y reconciliaci¨®n

Joe Biden sirve. As¨ª lo han considerado los votantes de las primarias dem¨®cratas y los delegados a esta extra?a convenci¨®n en remoto, el nuevo formato de la pol¨ªtica provocado por la pandemia. As¨ª se deduce tambi¨¦n de las numerosas encuestas que le dan una ins¨®lita ventaja sobre el candidato republicano, Donald Trump, especialmente tras la incorporaci¨®n de Kamala Harris, la primera ciudadana de ascendencia asi¨¢tica y africana que aspira a la vicepresidencia.

Hab¨ªa dudas respecto a su capacidad para responder al reto. No animaba su prolongada biograf¨ªa pol¨ªtica, 47 a?os desde que fue elegido senador por Delaware por primera vez. Tampoco su papel secundario como vicepresidente de Obama. Ni sus 77 a?os, que le situar¨¢n como el presidente m¨¢s provecto de la historia de Estados Unidos en caso de victoria. Pero, al final, sus defectos est¨¢n convirti¨¦ndose en virtudes para alguien que quiere unir primero a los dem¨®cratas, sumar a los republicanos, y convertirse en el reconciliador en jefe que una a todos los estadounidenses.

Biden pas¨® admirablemente la prueba de su discurso de aceptaci¨®n, tambi¨¦n el m¨¢s breve de la historia debido a las nuevas exigencias de los guiones televisivos que rigieron para la Convenci¨®n. Y ofreci¨® exactamente la imagen de un futuro presidente decente y reconciliador frente al desastre incluso moral que representa Donald Trump. Tambi¨¦n la alternativa a la ciega reacci¨®n trumpista ante las cuatro crisis con las que se enfrenta el pa¨ªs. Biden se ofrece como el mandatario que frenar¨¢ la expansi¨®n de la covid-19, sabr¨¢ combatir la recesi¨®n, superar¨¢ la discriminaci¨®n racial y tomar¨¢ medidas contra el cambio clim¨¢tico en vez de esconder la cabeza bajo el ala.

El candidato dem¨®crata ha demostrado que sirve para la tarea que se ha encomendado: terminar con esta etapa desastrosa. El actual presidente ya le ha echado en cara su entera trayectoria pol¨ªtica, achac¨¢ndole cuantos males pueda sufrir el sistema y la econom¨ªa del pa¨ªs, pero ahora ya est¨¢ muy claro el significado de ese af¨¢n destructivo que llega a cuanto se interponga a las ambiciones y caprichos trumpistas. Incluso el legendario servicio postal de EE UU, uno de los factores de unificaci¨®n del pa¨ªs y ¨²nico instrumento de voto para sus numerosos desplazados, est¨¢ siendo erosionado y descapitalizado desde la Casa Blanca, para embarrar la elecci¨®n presidencial e intentar frenar la oleada de votos que van a dirigirse hacia Biden.

Joe Biden es el mejor candidato para terminar con la pesadilla de un presidente falsario, admirador de los dictadores, dispuesto a escapar de los controles y equilibrios de poder e incluso a erosionar el z¨®calo sobre el que se asienta cualquier democracia, como es el derecho de voto. El candidato dem¨®crata puede conseguirlo. Ahora es ya el ¨²nico que puede hacer este servicio a su pa¨ªs. No son tan solo los ciudadanos de Estados Unidos los que lo lamentar¨ªan si, gracias a las a?agazas y trampas de su contrincante, no lo consiguiera, a pesar de la oleada de optimismo que est¨¢ levantando su candidatura.