Se?ales apocal¨ªpticas

Los cielos rojizos y el aire irrespirable que cubren San Francisco y otras ciudades del oeste de Estados Unidos son la en¨¦sima se?al, cada vez peor, del r¨¢pido empeoramiento de los efectos del cambio clim¨¢tico. No hay ninguna duda de que la devastadora ola de fuego que avanza por los Estados de California y Oreg¨®n, con m¨¢s de medio mill¨®n de personas evacuadas, 15 v¨ªctimas mortales y decenas de desaparecidos, es consecuencia directa del calentamiento global. Y sin embargo, asistimos impotentes a su escalada. El pasado agosto se alcanzaron en el Valle de la Muerte los 54,4 grados cent¨ªgrados, r¨¦cord de temperatura en la Tierra desde que hay mediciones. En la zona de Los ?ngeles los term¨®metros han superado varios d¨ªas los 45, lo que da la medida de la envergadura del calentamiento.

Ciclos meteorol¨®gicos hasta hace poco estables y predecibles han entrado en una espiral de alteraciones cada vez m¨¢s acusadas y frecuentes, de la que los incendios solo son una de sus consecuencias. Una temperatura anormalmente alta de la superficie del oc¨¦ano en el Atl¨¢ntico y el Caribe y un r¨¦gimen de vientos tambi¨¦n alterado han adelantado este a?o las tormentas tropicales. La Administraci¨®n Nacional Oce¨¢nica y Atmosf¨¦rica (NOAA) de EE UU prev¨¦ una temporada de huracanes ¡°extremadamente activa¡± y con alta potencia destructiva.

Son las ¨²ltimas manifestaciones de un calentamiento que ya ha elevado la temperatura media de la Tierra 1,1 grados respecto a la era preindustrial. La concentraci¨®n de CO2 en la atm¨®sfera ha alcanzado este a?o un nuevo r¨¦cord. La ca¨ªda puntual de las emisiones durante el par¨®n econ¨®mico provocado por la pandemia apenas reducir¨¢ entre un 4% y un 7% las emisiones a final de a?o. De hecho, ya han vuelto a situarse en los niveles de 2019, con lo que cada vez se est¨¢ m¨¢s lejos de poder cumplir los Acuerdos de Par¨ªs. Ni las advertencias de la ciencia ni los avisos que lanza la naturaleza son capaces de provocar la reacci¨®n que en estos momentos ser¨ªa necesaria: una reducci¨®n de las emisiones mucho m¨¢s dr¨¢stica y r¨¢pida de lo acordado.