El esp¨ªritu de Rajoy
Los conservadores son la alternativa y se quieren centrar en la econom¨ªa, no quieren corresponsabilizarse
El Partido Popular tiene una posici¨®n complicada por in¨¦dita. Nunca hab¨ªa tenido que confrontar dos partidos en su espacio. Nunca hab¨ªa tenido que hacer un recambio generacional tras salir del gobierno de manera traum¨¢tica y sacar los peores resultados de su historia reciente. Y, sin embargo, sigue teniendo frente a sus rivales la ventaja de ser un partido consolidado, con estructura territorial, y gobernar bastiones tan importantes como la Comunidad de Madrid, Andaluc¨ªa o Galicia.
Se quiso leer los ¨²ltimos cambios en la direcci¨®n del PP (en especial la salida de su portavoz parlamentaria) una batalla entre duros y blandos. Sin embargo, esto es bastante dudoso. El cambio, fruto de un conflicto entre una independiente y la propia estructura del partido, se?aliza m¨¢s bien la nueva estrategia del Partido Popular: centrarse en la gesti¨®n. Es decir, abandona otros frentes en los que la izquierda se siente c¨®moda y se moviliza (como el feminismo), para ir a por la econom¨ªa y c¨®mo se administra en la pandemia.
Para que el Partido Popular pueda gobernar su objetivo clave es achicar el espacio de Vox y, al tiempo, robar parte del voto sin representaci¨®n de Ciudadanos. Con todo, los de Abascal son su principal objetivo porque si est¨¢n demasiado fuertes Casado lo tendr¨¢ muy dif¨ªcil para armar una mayor¨ªa parlamentaria, incluso quedando primera fuerza, con regionalistas y nacionalistas. Pero, entonces, si quiere recuperar votos de Vox y este partido insiste en temas de valores ?No falla la nueva estrategia?
Mi hip¨®tesis es que no por al menos tres razones. La primera es que una cosa son los temas de los que se hace bandera y otra la intensidad de la oposici¨®n. El PP ser¨¢ comparable en dureza a Vox, solo que con el acento en asuntos que sabe m¨¢s propios. Segundo, que la econom¨ªa es un tema potencialmente transversal y su da?o casi autom¨¢tico. Los dirigentes populares conf¨ªan en que la crisis sanitaria y econ¨®mica desgaste al gobierno y que los traspi¨¦s en su gesti¨®n desmovilicen a su electorado. Finalmente, por un dato no menor: el votante m¨¢s preocupado por la econom¨ªa seg¨²n el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) es el de Vox. Es decir, que este ¨²ltimo partido tiene importantes apoyos entre las clases m¨¢s modestas de la derecha y los de Casado se pueden beneficiar de un reflujo conservador a f¨®rmulas conocidas.
Ahora, una amenaza para esa estrategia es, parad¨®jicamente, el ¡°madrile?ocentrismo¡± medi¨¢tico. Tener amplificado el inc¨®modo espejo de la gesti¨®n de la Comunidad, que sus rivales usar¨¢n continuamente, sirve justamente para debilitar a Casado como alternativa. Por eso este ser¨¢ el campo de batalla del curso pol¨ªtico. Por eso es imposible un acuerdo presupuestario entre gobierno y PP. Los conservadores son la alternativa y se quieren centrar en la econom¨ªa, no quieren corresponsabilizarse. El esp¨ªritu de Rajoy se impone.
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