Fondos europeos

Las razones para vincular el acceso a los fondos europeos a la calidad democr¨¢tica de los Gobiernos de los Veintisiete ¡ªy en el l¨ªmite, suspenderlos en casos de deriva iliberal y autoritaria¡ª son variadas, potentes y ata?en a todos los Estados miembros de la Uni¨®n Europea. La principal es que esta es una comunidad de derecho que defiende los valores democr¨¢ticos, como solemniza su norma b¨¢sica, el Tratado de la UE (art¨ªculo 2). De manera que para integrarse en este club, cumplir con el Estado de derecho no es mera conveniencia, sino un requisito esencial, plasmado en los criterios de Copenhague. Por eso la dictadura franquista y los Gobiernos sat¨¦lites sovi¨¦ticos imped¨ªan a los pa¨ªses a los que somet¨ªan su integraci¨®n en la Europa comunitaria, hasta que felizmente se disolvieron.

De ah¨ª se deriva el deber de los Gobiernos liberales de impedir que los impuestos de sus contribuyentes que se destinan al presupuesto comunitario no apalanquen ninguna tentaci¨®n autoritaria. Eso no es un lujo solo exigible desde los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Tambi¨¦n los receptores netos de fondos ¡ªlos menos pr¨®speros¡ª aportan a la caja com¨²n, aunque al final el flujo de los subsidios que reciben acabe superando su contribuci¨®n.

La necesidad de control vale asimismo para los fondos extraordinarios del plan de recuperaci¨®n econ¨®mica, por 750.000 millones de euros, aunque en ¨¦l los socios no pagan, sino que act¨²an como garantes y avalistas de su financiaci¨®n mediante una enorme emisi¨®n de deuda mancomunada, los famosos eurobonos.

La monitorizaci¨®n de los est¨¢ndares democr¨¢ticos debe proteger al presupuesto com¨²n de la corrupci¨®n y el fraude, pues estos abundan m¨¢s en los reg¨ªmenes en los que los contrapesos de la plena democracia (libertades, oposici¨®n consistente, justicia y prensa independientes) se encuentran debilitados. Por ello, Espa?a debe subrayar su ya manifiesto alineamiento con los esfuerzos de la Comisi¨®n, el Parlamento y la presidencia alemana para avanzar en la protecci¨®n del presupuesto y articular un sistema de sanciones contra quienes sabotean el imperio de la ley, procurando que ello no obstruya ni aplace la aprobaci¨®n del paquete presupuestario 2021-2027 ni el plan de recuperaci¨®n, instrumentos ambos que toda la UE necesita como agua de mayo.

Todo ello sin dejarse chantajear por los iliberales, que esgrimen su capacidad de veto al presupuesto convencional (desde el que se vehicular¨¢n tambi¨¦n las ayudas contra la recesi¨®n provocada por la pandemia). No es un pulso de frugales contra orientales quedando los sure?os como meros espectadores: es un asunto clave de todos quienes defienden los valores democr¨¢ticos.

Que eso se alcance de un solo paso o, como propone la presidencia alemana, inicialmente a trav¨¦s de reglas que garanticen la integridad del presupuesto frente a los fraudes frecuentes de los m¨¢s autoritarios, es cuesti¨®n de oportunidad, convencimiento y presi¨®n. Y en cuanto a la salvaguarda del plan de recuperaci¨®n, su gobernanza ¡ªdecidida en la cumbre de julio¡ª ya dicta que los fondos se condicionan a cumplir las ¡°recomendaciones espec¨ªficas¡± del Consejo. Para los Gobiernos iliberales polaco y h¨²ngaro estas obligan, con detalle, a ¡°fortalecer la independencia judicial¡± y las ¡°consultas p¨²blicas en el proceso legislativo¡±, so pena de perder los ingentes subsidios.