Control y consenso

La partitura del plan de recuperaci¨®n econ¨®mica espa?ola vinculado al europeo, que el mi¨¦rcoles present¨® el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, apunta bien en sus prop¨®sitos y objetivos, aunque contenga inconcreciones subsanables y previsiones de resultados muy optimistas. Esbozada as¨ª la pauta, lo esencial es acertar desde ya con los instrumentos adecuados para su correcta ejecuci¨®n, que ayer quedaron en buena medida pendientes. Los principales y m¨¢s urgentes son los de control de los programas beneficiarios de unos fondos extraordinarios. Para que no se dilapide ni un c¨¦ntimo y propicien ¡ªgracias a un impulso eficaz¡ª el retorno a medio plazo a la contenci¨®n del d¨¦ficit tras el necesario expansionismo.

El plan debe servir para recuperar el nivel y ritmo de crecimiento previo a la pandemia. Tambi¨¦n es la oportunidad para modernizar el modelo productivo, como propuso S¨¢nchez. De lo contrario, si no se usa para reforzar la competitividad de la econom¨ªa que genere mejores resultados, no lograr¨¢ una senda sostenible de las cuentas p¨²blicas (y privadas) a largo plazo, con la consiguiente fragilidad ante los mercados y la precaria sostenibilidad de una deuda ineludiblemente hipertrofiada.

Y eso es dif¨ªcil de lograr sin una amplia concertaci¨®n, un consenso global entre agentes econ¨®micos y sociales, Administraciones, Gobierno y oposiciones, sector p¨²blico y privado. Las opciones gen¨¦ricas esbozadas en estos ¨¢mbitos, correctas a priori, deben acompa?arse ya de mayor precisi¨®n.

As¨ª, al anuncio de la modificaci¨®n de diversas leyes administrativas para evitar trabas burocr¨¢ticas a los proyectos concretos debe adjuntarse un calendario urgente. El enunciado de los convenientes foros de alto nivel con el sector privado sobre cada palanca esencial reactivadora debe ser completado con la explicitaci¨®n de sus funciones y manuales operativos, para que no sean meros contratos de adhesi¨®n pasiva sino f¨¦rtil semilla de iniciativas. Parecida es la receta para el di¨¢logo social entre patronal y sindicatos, que afortunadamente est¨¢ dando muestras de buen funcionamiento.

Y en el nivel pol¨ªtico, el control reforzado desde la Comisi¨®n Mixta para la Uni¨®n Europea del Congreso deber¨ªa ejercitarse sin enfrentamiento partidista, con cr¨ªticas constructivas que mejoren la efectividad del plan. Para que sea operativa, tambi¨¦n la Conferencia de Presidentes tiene que adecuar sus usos a orientaciones m¨¢s pr¨¢cticas, evitando que acabe convirti¨¦ndose en una suerte de tercera c¨¢mara tan ret¨®rica como la actual segunda.

Todo lo anterior se refiere al m¨¦todo. Y es que en el prop¨®sito no hay diferendos. Si el reto actual se asemeja al de la Transici¨®n, corresponde que sus mecanismos de consenso y control ¡ªy la agilidad, y el esp¨ªritu constructivo¡ª tambi¨¦n corran, actualizados, similares a los de entonces. Las apuestas (verde, digital, de g¨¦nero y de cohesi¨®n social) son compartidas, y sintonizan con las europeas. Las palancas tractoras son adecuadas, aunque quepa perfilar el peso relativo de cada una. El compromiso integrador es plausible. Lo que podr¨ªa estropear el escenario dibujado es la mediocridad, lentitud, ego¨ªsmo y oscurantismo en su aplicaci¨®n. Los grandes veh¨ªculos suelen fallar por alg¨²n detalle.