El nacionalismo blanco de Donald Trump
Las campa?as del actual presidente confirman que la historia de Estados Unidos siempre ha sido cuesti¨®n de raza. En 2016 batall¨® contra los inmigrantes invasores, ahora ataca al movimiento Black Lives Matter
?Qu¨¦ sabemos sobre la filosof¨ªa de la presidencia de Trump despu¨¦s de haber presenciado dos campa?as? ?Nos ense?an algo sobre el pa¨ªs que lo eligi¨®? La campa?a de Trump en 2016 prest¨® una atenci¨®n casi obsesiva a la inmigraci¨®n y las fronteras. La campa?a de 2020 se ha centrado en los disturbios raciales. ?C¨®mo interpretar ese alejamiento aparente de una estrategia que le dio el triunfo? La respuesta consiste en identificar el elemento com¨²n entre las dos campa?as y el tiempo transcurrido entre las dos. Y ese factor es el nacionalismo blanco, la idea de que EE UU es un pa¨ªs definido por el dominio num¨¦rico y social de su poblaci¨®n blanca. El nacionalismo blanco que impuls¨® la campa?a de Trump en 2016 era una batalla para asegurar las fronteras contra los inmigrantes invasores. Ahora esos ataques se dirigen contra los estadounidenses.
En 2016, Trump anunci¨® su candidatura con una diatriba xen¨®foba. Empez¨® insultando a China y luego dijo estas famosas palabras: ¡°Cuando M¨¦xico nos env¨ªa a su gente, no env¨ªa a los mejores. Env¨ªa a personas con un mont¨®n de problemas. Traen drogas. Traen crimen. Son violadores. Algunos, supongo, ser¨¢n buenas personas¡±. La xenofobia envuelta en el lenguaje del orden p¨²blico form¨® parte importante de su campa?a. Y despu¨¦s fue el principio fundamental en el que se basaron sus primeros a?os de mandato.
Desde que lleg¨® a la Casa Blanca, Trump ha puesto fin a las solicitudes de asilo en la frontera sur, en clara violaci¨®n del derecho internacional, ha rebajado hasta niveles hist¨®ricos los l¨ªmites establecidos para la admisi¨®n de refugiados y ha restablecido unas pr¨¢cticas policiales que se reflejan en abusos indiscriminados contra los indocumentados. Ha logrado sellar casi por completo la frontera de EE UU. Para ello recurri¨® a unos servicios de inmigraci¨®n con un largo historial de violencia y un comportamiento lleno de privilegios legales y los utiliz¨® en una supuesta campa?a de ¡°ley y orden¡± contra los inmigrantes, a los que vincula, sin raz¨®n, con bandas criminales. Adem¨¢s, ha encabezado los intentos de cortar la inmigraci¨®n legal y la entrada legal de trabajadores temporales, lo que contradice sus afirmaciones de que las personas a las que representa quieren acabar con la inmigraci¨®n indocumentada.
Maureen Craig y Jennifer Richeson, entre otros investigadores, han presentado s¨®lidas pruebas del poder de atracci¨®n del nativismo en las circunstancias en las que se desarroll¨® la campa?a electoral de 2016. Dado que seguramente fue un factor crucial para la victoria de Trump en aquella ocasi¨®n, es sorprendente que la inmigraci¨®n no est¨¦ ocupando un lugar tan destacado en 2020. Aunque el Gobierno ha continuado con su pol¨ªtica de mano dura contra los inmigrantes durante todos estos meses, Trump no est¨¢ hablando del tema de forma tan obsesiva como en 2016. ?Por qu¨¦?
Despu¨¦s de que un polic¨ªa matara a George Floyd a finales de mayo, el movimiento Black Lives Matter inspir¨® en todo EE UU manifestaciones por la brutalidad contra los estadounidenses negros. La respuesta de Trump fue el apoyo a las contramanifestaciones y un uso sin precedentes de su Departamento de Seguridad Interior. Igual que en la campa?a contra la inmigraci¨®n, Trump envuelve la represi¨®n del Black Lives Matter en el lenguaje del orden p¨²blico. No hace m¨¢s que seguir el ejemplo de Nixon y el ¨¦xito de su campa?a de ¡°Ley y orden¡± en 1968, tambi¨¦n frente a unas protestas por la brutalidad policial contra los negros. Nixon confesaba expl¨ªcitamente su motivaci¨®n racista, como ha quedado demostrado en varias ocasiones, la ¨²ltima, por la historiadora Elizabeth Hinton. El nacionalismo blanco de Trump es tan nocivo como el de Nixon y un factor fundamental de su atractivo como candidato.
Durante la campa?a, Trump tambi¨¦n ha prestado una atenci¨®n inesperada a la teor¨ªa cr¨ªtica de la raza, en particular los intentos de los investigadores de remitir el racismo contra los negros a la interpretaci¨®n que hace EE UU de s¨ª mismo. El 22 de septiembre Trump anunci¨® un decreto para prohibir los cursos de sensibilizaci¨®n sobre raza, g¨¦nero y orientaci¨®n sexual en todas las instituciones que reciben dinero federal. La orden proh¨ªbe expresamente decir que EE UU es fundamentalmente racista o sexista y otras formas de ¡°adoctrinamiento¡±, lenguaje empleado para designar los programas concebidos para concienciar sobre los sesgos inconscientes y la discriminaci¨®n descarada. Tambi¨¦n proh¨ªbe, al parecer, la ense?anza de casos de sexismo, racismo y discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual.
Por lo visto, lo que movi¨® a Trump a tomar esta medida fue una serie de reportajes de The New York Times, Proyecto 1619, un intento de abordar la historia de EE UU desde la perspectiva de lo que supuso la esclavitud para el proyecto nacional. Trump ha decidido atacar el Proyecto 1619 y ha prometido que eliminar¨¢ la financiaci¨®n federal para los distritos escolares que lo utilicen. En septiembre, durante una ins¨®lita Conferencia de la Casa Blanca sobre la historia de EE UU, Trump resumi¨® as¨ª estas l¨ªneas de ataque: ¡°La teor¨ªa cr¨ªtica de la raza, el Proyecto 1619 y la cruzada contra la historia de EE UU es propaganda nociva, un veneno ideol¨®gico que, si no se elimina, disolver¨¢ los v¨ªnculos c¨ªvicos que nos unen. Destruir¨¢n nuestro pa¨ªs¡±. En ese mismo discurso, Trump anunci¨® ¡°una comisi¨®n nacional para promover la educaci¨®n patri¨®tica¡±, idea que encaja con una larga historia de ense?anza del legado racista.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo de la obra maestra de W. E. B. Du Bois Black Reconstruction, de 1935, se titula ¡°La propaganda hist¨®rica¡±. En ¨¦l, Du Bois denuncia los intentos de sumergir la verdad bajo relatos que tratan de absolver a EE UU de sus pecados hist¨®ricos. La campa?a de Trump est¨¢ cumpliendo su problema de ¡°Hacer que EE UU vuelva a ser grande¡± regresando a la ¡°propaganda hist¨®rica¡± condenada por Du Bois, una historia que oculta la importancia fundamental del racismo y la esclavitud en la estadounidense.
?C¨®mo podemos comprender la decisi¨®n de Trump de no utilizar en su campa?a las medidas antiinmigraci¨®n que le han dado sus mayores ¨¦xitos pol¨ªticos? Para las personas a las que dirige sus mensajes, el cierre de la frontera no era m¨¢s que la primera fase de un largo proceso. Con la inmigraci¨®n interrumpida y los inmigrantes que a¨²n permanecen obligados a vivir aterrorizados, Trump ha decidido emprender la siguiente fase de su guerra, y ahora sus objetivos son los ciudadanos estadounidenses que llevan tanto tiempo marginados en su propio pa¨ªs. Tanto la campa?a de 2016 como la de 2020 son celebraciones a mayor gloria del nacionalismo blanco. La raza ha sido el tema central de las dos. El mero hecho de que Trump quiera eliminar la teor¨ªa cr¨ªtica de la raza es prueba de la capacidad que tiene para desenmascarar el nacionalismo blanco. Las campa?as de Trump confirman una afirmaci¨®n central de esta teor¨ªa: que la historia de EE UU siempre ha sido cuesti¨®n de raza.
Elizabeth F. Cohen es profesora de ciencias pol¨ªticas en la Universidad de Syracuse y Rockefeller Visiting Fellow en el Centro de Valores Humanos de la Universidad de Princeton. Jason Stanley es profesor de Filosof¨ªa en la Universidad de Yale y autor de Facha. C¨®mo funciona el fascismo y c¨®mo ha entrado en tu vida (Blackie Books).
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.