Veneno pol¨ªtico
El protagonismo del ideario radical de Vox oscurece el panorama espa?ol
Mientras la escalada del virus en Espa?a avanza imparable ¡ªsuperando el mill¨®n de casos registrados¡ª y se agudiza la crisis sanitaria, econ¨®mica e institucional que sufre el pa¨ªs, Vox present¨® este mi¨¦rcoles su moci¨®n de censura. El contexto de una pandemia contra la que lucha todo el planeta no modific¨® la agenda del partido ultraderechista que lidera Santiago Abascal. La quinta moci¨®n de censura de la democracia, y la tercera desde 2017, no se centr¨® en estrategias alternativas para afrontar la crisis pand¨¦mica. La intervenci¨®n del diputado Ignacio Garriga y la ofrecida seguidamente por Abascal fueron un pastiche de t¨®xicos mensajes importados del nacionalpopulismo que durante los ¨²ltimos a?os hemos visto en todo el mundo, desde Am¨¦rica hasta Europa y de Asia a Australia.
La jornada parlamentaria de este mi¨¦rcoles corrobora el fracaso pol¨ªtico que representa que un dirigente con planteamientos radicales y extremos ocupara esa centralidad en un pa¨ªs que atraviesa una situaci¨®n tan extrema. El negacionismo clim¨¢tico o el discurso antigualdad de g¨¦nero fueron algunas de las l¨ªneas que vertebraron una intervenci¨®n que no fue nada m¨¢s que una arenga de esl¨®ganes reaccionarios. Los contenidos, y los tonos abiertamente incendiarios y divisivos, provocan honda inquietud.
El l¨ªder del tercer grupo parlamentario, que exhibi¨® un antieurope¨ªsmo extremo, se centr¨® en atacar la ¡°agenda totalitaria¡± del Gobierno, al que sigue calificando de ¡°frente popular socialista comunista¡±. Este extremismo facilit¨® la r¨¦plica del presidente del Gobierno. Pedro S¨¢nchez calific¨® el argumentario de Abascal ¡ªen un discurso bien hilado y bien de tono¡ª de ¡°despliegue de propaganda que siembra discordia y distrae energ¨ªas¡±.
El ideario de Vox representa un inaceptable retroceso hacia una ¨¦poca de oscurantismo, intolerancia y sociedades cerradas. No debe subestimarse el peligro de que la situaci¨®n de inseguridad econ¨®mica e incertidumbre que vive el pa¨ªs puedan en el futuro alimentar el apoyo a ese tipo de planteamientos. Las recetas emocionales de Abascal pueden encontrar eco por los problemas que est¨¢ viviendo el pa¨ªs, debidos en parte a los errores cometidos en la gesti¨®n de la pandemia. Las respuestas de Vox a esos problemas son equivocadas, pero las inquietudes de sus votantes son leg¨ªtimas y deben ser atendidas, especialmente por el Gobierno, pero tambi¨¦n por la oposici¨®n.
Corresponde al presidente del Partido Popular, Pablo Casado, decidir si quiere liderar esta ¨²ltima o, por el contrario, seguir cediendo espacio a la formaci¨®n de Abascal en ese terreno. Espa?a necesita una oposici¨®n institucional y constructiva. El Gobierno, cuyo desempe?o es mejorable, debe ser objeto de un control parlamentario severo, pero no de ataques radicales y sin fundamento en datos. La estrategia a medio plazo para que la derecha vuelva a tener la fuerza que tuvo est¨¢ en la moderaci¨®n, en los pactos de Estado y en el aislamiento de los radicales. No haber aclarado el sentido de su voto hasta el final de esta moci¨®n es una forma de manifestar su propia inseguridad y constituye un mal presagio. A la vista de lo contemplado el mi¨¦rcoles, si la derecha tradicional espa?ola, con Casado al frente, sigue sin tener claro que su papel dentro del sistema democr¨¢tico pasa por alejarse del veneno pol¨ªtico de la ultraderecha es que Espa?a tiene un problema grave.
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