Chile se reinventa
El proceso constituyente representa un buen s¨ªntoma de vitalidad democr¨¢tica
Con el refer¨¦ndum celebrado el pasado domingo, Chile ha dado el primer paso para superar la herencia institucional m¨¢s pesada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990): la actual Constituci¨®n que, aunque reformada en numerosas ocasiones, data de 1980. Los votantes aprobaron por abrumadora mayor¨ªa redactar una nueva Carta Magna ¡ªun 78% a favor¡ª y que esta sea elaborada por una Convenci¨®n Constitucional elegida en su totalidad para este cometido ¡ªun 79% a favor de esta opci¨®n contra un 21% partidario de un ¨®rgano mixto con el actual Parlamento¡ª. Este ¨®rgano presentar¨¢ la importante caracter¨ªstica de ser paritaria por g¨¦nero en su composici¨®n. Se trata, en su conjunto, de un inequ¨ªvoco mandato de la sociedad chilena para reconsiderar la arquitectura institucional y el modelo socioecon¨®mico del pa¨ªs.
Desde el fin de la dictadura, Chile ha disfrutado de una salud democr¨¢tica y un crecimiento econ¨®mico notables. En estos aspectos, la comparaci¨®n con los pa¨ªses de la regi¨®n resulta favorable. Pero su modelo socioecon¨®mico ultraliberal ha ido generando grandes bolsas de malestar en la sociedad, que estallaron en fuertes protestas hace un a?o. El proceso constituyente es el intento de canalizar por la v¨ªa institucional esa insatisfacci¨®n y representa un bienvenido s¨ªntoma de vitalidad democr¨¢tica. El camino que se inicia, sin embargo, es incierto y repleto de desaf¨ªos, porque propone respuestas lentas a problemas inmediatos, porque se produce en medio de una pandemia que lo complica todo y con el trasfondo de un considerable descr¨¦dito de la clase pol¨ªtica. Tambi¨¦n debe tenerse en cuenta la baja participaci¨®n ciudadana, que se situ¨® en torno al 50%. Es un porcentaje que, si bien resulta habitual desde que el voto dej¨® de ser obligatorio en 2012, deja el mal sabor de que la mitad de los chilenos no se han expresado sobre el inicio de un cambio hist¨®rico. Por todos estos factores, queda por ver si el proceso lograr¨¢ apaciguar los elementos m¨¢s extremos de la protesta y satisfacer a los moderados.
La sociedad chilena ha ido acumulando un creciente descontento ante la evidencia del desigual reparto de riqueza y por la creciente constataci¨®n de que hab¨ªa una par¨¢lisis en las posibilidades de ascenso social. Las redes de protecci¨®n son tambi¨¦n muy fr¨¢giles. La clase pol¨ªtica dirigente har¨¢ bien en no esconderse detr¨¢s del proceso constituyente y esforzarse para ir dando respuesta a las necesidades m¨¢s urgentes en tiempos tan dif¨ªciles. Para ello dispone de un buen margen de maniobra, gracias a la hist¨®rica ortodoxia fiscal chilena y porque la contracci¨®n del PIB para este a?o ser¨¢ probablemente menor de lo que se temi¨® hace unos meses. Otro activo en esta transici¨®n es la amplia serie de diferentes convocatorias electorales previstas de aqu¨ª a 2022, lo que facilitar¨¢ que la ciudadan¨ªa se sienta involucrada.
Hay que destacar, por otra parte, que se trata de un resultado donde no hay un claro vencedor pol¨ªtico, pero s¨ª un triunfo de la sociedad en su contundente voluntad de cambio. Y es l¨®gico que as¨ª sea. Los sucesivos Gobiernos chilenos ¡ªde diferente ideolog¨ªa¡ª han ido aplazando durante los ¨²ltimos 30 a?os reformas de cuya necesidad eran conscientes todos. La prueba que afronta Chile es de m¨¢xima importancia. No solo para la sociedad chilena, sino tambi¨¦n por el relevante significado que Chile tiene en la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.