Rep¨²blicas vac¨ªas
El republicanismo franc¨¦s es una idea insoportable para el islamismo radical, el autoritarismo y los nacionalismos populistas
Hace tres a?os ya que alguien proclam¨® una nueva rep¨²blica. Fue en un parlamento dividido, con votaci¨®n y aplausos, caras largas y gestos de desconcierto. Nadie sali¨® a un balc¨®n para anunciarlo. No se public¨® en un diario oficial. Tampoco hubo cambio de banderas. Ni un solo Gobierno extranjero se dio por enterado.
Luego fue la estampida. Los que no huyeron fueron detenidos, encarcelados y juzgados. Despu¨¦s de recorrer un camino tan largo y tortuoso, distorsionar leyes y forzar instituciones, los republicanos de aquella rep¨²blica declarada y nonata no supieron qu¨¦ hacer con ella. Quienes les siguieron y apoyaron, m¨¢s de dos millones de catalanes, siguieron apoy¨¢ndoles en el calvario de la derrota. Dijeron que construir¨ªan la rep¨²blica, pero luego todo se ha desvanecido.
Era un ensue?o, dijeron los jueces. Un farol, reconoci¨® una dirigente de aquella revoluci¨®n de pacotilla. Un mosso de esquadra en plena tarea se lo dijo a un agente rural del Gobierno en pretendida rebeld¨ªa, de funcionario a funcionario: ¡°La rep¨²blica no existe, idiota¡±. Fue sancionado, aunque por fortuna con una mera amonestaci¨®n.
Pablo Iglesias lo ha contado de otro modo, propio de la ciencia pol¨ªtica populista: ¡°?Cu¨¢l es el espacio de crecimiento de Unidas Podemos en el futuro? La rep¨²blica puede convertirse en el horizonte, en el significante vac¨ªo, que sirva para que la defensa de los servicios p¨²blicos, la modernizaci¨®n econ¨®mica, los derechos de las mujeres, (¡) las identidades de pa¨ªs, laicas, abiertas, c¨ªvicas, una vinculaci¨®n con la tradici¨®n democr¨¢tica hist¨®rica de una Espa?a concebida en t¨¦rminos diversos, se conviertan en una pregunta electoral¡± (Jacobin, 21 de octubre).
Lleva raz¨®n. Para el ayatol¨¢ Jamenei, el presidente Erdogan o los Hermanos Musulmanes, la rep¨²blica se asemeja al califato isl¨¢mico que impone la autoridad de Dios, la teocracia, y abomina del laicismo. Para Putin o para Trump, es el poder vertical de un presidente nacionalista y autoritario. Para Maduro, la dictadura de una mayor¨ªa sin respeto a la oposici¨®n ni sujeci¨®n al Estado de derecho. Para los europeos, la rep¨²blica es Francia. Libertad, igualdad y fraternidad. La ilustraci¨®n. Una sociedad gobernada por las leyes y no por los hombres. La escuela laica y las libertades de conciencia, de creaci¨®n y de expresi¨®n bien protegidas. Sin grupos ¨¦tnicos o religiosos que sit¨²en sus reglas comunitarias por encima de las leyes de todos. Esa rep¨²blica es insoportable para el islamismo radical, el autoritarismo y el nacionalismo populista.
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