Conjura y corrupci¨®n
Las turbias evidencias que afloran en el entorno del ¡®Estado mayor del proc¨¦s¡¯ deben ser investigadas a fondo y con impecable precisi¨®n
La investigaci¨®n judicial sobre el Estado mayor del proc¨¦s, un grupo de negociantes y lobistas en torno al que fuera president de la Generalitat Carles Puigdemont est¨¢ causando esc¨¢ndalo en Catalu?a. Pese a las inquietantes pruebas e indicios que van aflorando, los partidos del Govern, Junts y Esquerra, que tienen hombres de confianza imputados, se niegan a abrir expedientes internos bas¨¢ndose en un inexistente secreto del sumario.
Resulta llamativo, ya que el sumario abunda en conversaciones alusivas a presuntas corrupciones personales. De momento, estas parecen m¨¢s significativas que los indicios acumulados acerca de los intentos de organizar des¨®rdenes p¨²blicos, prevaricar y blanquear para la organizaci¨®n del refer¨¦ndum ilegal del 1-O de 2017 o sobre las violencias tramadas por el llamado Tsunami ¡ªlas mismas y otras personas¡ª dos a?os despu¨¦s.
Los conjurados siguen siendo investigados, pero sin medidas cautelares. Se ver¨¢ si las pistas son lo bastante relevantes, pero ya plantean inquietudes. Entre los involucrados figuran el empresario cultural y fundador del diario Ara, Oriol Soler, y el exconseller de Esquerra Xavier Vendrell, que militaron en el Moviment de Defensa de la Terra, brazo pol¨ªtico de la terrorista Terra Lliure. David Mad¨ª, exportavoz de Artur Mas que dimiti¨® por corrupci¨®n en las encuestas electorales, es encrucijada de influencias oscuras entre pol¨ªtica y finanzas.
La confesi¨®n telef¨®nica de que uno presionaba al Govern para que le recalificara terrenos; otro defend¨ªa que el triunfo del proc¨¦s necesitaba ¡°cien muertos¡± por la represi¨®n; un tercero pretend¨ªa enriquecerse con las v¨ªctimas de la pandemia y las descripciones ¡ªprobablemente fantasiosas¡ª de otro sobre una eventual intervenci¨®n de 10.000 soldados rusos a cambio de una Catalu?a pro-Putin suscitan repugnancia.
Pero el escaso filtro de relatos ex¨®ticos, el endeble trabajo sobre los c¨®nclaves de los conjurados en apoyo de las ilegalidades del Govern y el caos y dispersi¨®n de la investigaci¨®n mellan la credibilidad de esta. Y cuestionan a su autor, el jefe de investigaci¨®n de polic¨ªa judicial de la Guardia Civil en Catalu?a, Daniel Baena. Los aspectos d¨¦biles de su trabajo alimentan, ahora como en casos anteriores, el victimismo de los propagandistas del unilateralismo y da?an el prestigio de la democracia espa?ola. Le han valido ya una rotunda desautorizaci¨®n en la reciente sentencia, ya firme, de la Audiencia Nacional absolviendo al major Trapero. La defensa de la Constituci¨®n y del Estatut aconsejan mejores est¨¢ndares de calidad en la investigaci¨®n para dilucidar a fondo hechos de aspecto muy grave y evitar dar munici¨®n a la propaganda independentista.
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