La urgencia exige abandonar las ilusiones
Aunque gane, Biden no podr¨¢ restablecer la ¡°normalidad¡± ni superar los l¨ªmites de la democracia
La mayor evidencia del abismo en que vivimos es la apuesta del mundo considerado ¡°progresista¡± por que la posible victoria de Joe Biden pueda significar la redenci¨®n de la democracia. No es que Biden sea despreciable o incompetente, en el panorama general es incluso bastante decente. Su previsibilidad y su tedioso discurso son tambi¨¦n un b¨¢lsamo tras cuatro a?os de caos planificado de Donald Trump. Sin embargo, Biden no tiene la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de representar la urgencia de este momento ni de enfrentar los l¨ªmites de la democracia que llevaron a la elecci¨®n de Trump en 2016 y de otros populistas de ultraderecha en pa¨ªses como Brasil y la India. Como ¨¦l mismo dice, Biden solo puede ser una ¡°transici¨®n¡±. El problema es que no hay tiempo para meras transiciones. La agudizaci¨®n de la crisis clim¨¢tica, conectada a la segunda ola de la covid-19 en Europa, ha cambiado el tiempo del mundo. La palabra transici¨®n pertenece al vocabulario del siglo XX. En el siglo XXI, como ha demostrado la pandemia, es necesario reinventar la sociedad en semanas. Aunque gane, Biden es solo lo posible en una ¨¦poca en que hay que hacer lo imposible.
Si Trump gana, las cosas se pondr¨¢n feas para el planeta de una manera que nuestra especie nunca ha conocido. Si pierde, sin duda ser¨¢ una excelente noticia. Pero una victoria de Biden no significar¨¢ que podremos volver a lo que se suele llamar ¡°normalidad¡±. Esa normalidad, que solo era normal para una minor¨ªa privilegiada, nunca volver¨¢. Pronto veremos pel¨ªculas y series producidas en 2019 con la misma nostalgia con la que sol¨ªamos ver pel¨ªculas del Par¨ªs de los a?os veinte o el Nueva York de Billy Wilder. La pandemia no es una anomal¨ªa que se convertir¨¢ en un cap¨ªtulo m¨¢s en los libros de Historia, sino el presagio de un planeta radicalmente alterado por la acci¨®n humana, que se sobrecalienta y vive la sexta extinci¨®n masiva de especies, un planeta donde el concepto de normalidad ha sido violentamente modificado.
Cuando un l¨ªder como el buf¨®n Boris Johnson fija las fechas de inicio y fin del segundo confinamiento en Inglaterra pensando en las ventas de Navidad, uno se da cuenta de lo mucho que esta generaci¨®n de l¨ªderes se ha vuelto no solo pat¨¦tica, sino tambi¨¦n obsoleta. Los l¨ªmites de la democracia, este sistema que nunca lleg¨® para todos, quedan en evidencia ante la urgencia del per¨ªodo que empieza. En lugar de esperar que vuelva la normalidad que nunca existi¨®, los l¨ªderes que marcar¨¢n la diferencia ser¨¢n los que pongan en la cima de sus prioridades una de las palabras m¨¢s importantes de este siglo: adaptaci¨®n.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza.
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