Ll¨¢mame por mi nombre
Bajo iniciativa de Espa?a, la ONU ha aprobado la Resoluci¨®n mujeres, ni?as y covid-19, para impulsar que las respuestas a las crisis sanitaria y econ¨®mica aborden su desproporcionado impacto sobre mujeres y ni?as
El nefastamente famoso burka impuesto por los talibanes era la forma m¨¢s visible de lograr la absoluta invisibilidad femenina. Pero hab¨ªa otras. El nombre de las mujeres ha sido tradicionalmente eliminado en la sociedad afgana, desde el ¨¢mbito familiar hasta los certificados de nacimiento, en los que solo se recog¨ªa el del padre. Hija de, esposa de, madre de¡ Hasta hace poco m¨¢s de dos meses, cuando despu¨¦s de una campa?a de tres a?os, #D¨®ndeEst¨¢MiNombre, el Gobierno aprob¨® que los nombres de las madres se incluyan en los documentos oficiales de identidad. Una peque?a-gran victoria.
Los nombres reflejan tambi¨¦n c¨®mo conciben la igualdad de g¨¦nero las sociedades. En las anglosajonas, las mujeres suelen perder su apellido al casarse. Una pod¨ªa ser Mrs. Smith, aunque se divorciara del susodicho, toda la vida o hasta que se casara con otro. Una costumbre que muy poco a poco va cambiando. En Espa?a y en Iberoam¨¦rica eso es inconcebible: incluso en las sociedades m¨¢s conservadoras las mujeres mantienen sus apellidos, aunque sumen a ¨¦l, si quieren, el de sus esposos.
Los h¨¢bitos y las leyes son los que construyen la igualdad. El recientemente publicado ?ndice de igualdad de g¨¦nero y gobernanza, del Global Governance Forum, recopila datos de organizaciones internacionales y estudios globales para diseccionar la escala de la discriminaci¨®n en todo el mundo seg¨²n cinco criterios: gobernanza, educaci¨®n, trabajo, emprendimiento y violencia. De los 158 pa¨ªses analizados, el primer lugar lo ostenta Islandia, seguido de Espa?a y B¨¦lgica. El primer pa¨ªs de Am¨¦rica es Canad¨¢ (9?). El primero entre los de renta baja es Ruanda, en el 55. China y la India, donde vive una de cada tres mujeres del planeta, ocupan los puestos 82 y 100, respectivamente. Tan solo ocho pa¨ªses, todos europeos, tienen un marco legal completamente igualitario. Mucho por hacer.
La primera conclusi¨®n del informe es la clara correlaci¨®n entre igualdad de g¨¦nero, prosperidad econ¨®mica y liderazgo inclusivo. Tambi¨¦n refleja la perseverancia de unas realidades en las que las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en el terreno pol¨ªtico y empresarial; donde 500 millones de mujeres siguen siendo analfabetas; donde solo el 47% de las mujeres, frente a un 70% de los hombres, tiene un trabajo formal; y donde la violencia dom¨¦stica sigue siendo una aut¨¦ntica epidemia. Solo en EE UU se calcula el coste anual de dicha violencia en 460.000 millones de d¨®lares.
Es conocido tambi¨¦n que todo esto se ha agravado con la pandemia. Por ello es de agradecer el compromiso espa?ol en este terreno, uno de los ejes prioritarios de nuestra pol¨ªtica exterior. Hace apenas unos d¨ªas, y bajo iniciativa de Espa?a, la ONU ha aprobado la Resoluci¨®n mujeres, ni?as y covid-19, para impulsar que las respuestas a las crisis sanitaria y econ¨®mica aborden espec¨ªficamente su desproporcionado impacto sobre mujeres y ni?as.
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