Efecto mariposa
Una serie de acciones feministas estrat¨¦gicas han logrado modificar estructuras jur¨ªdicas masculinas
¡°El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo¡±. Este proverbio chino es el origen, junto a las investigaciones del matem¨¢tico y meteor¨®logo Edward Lorenz, de una de las m¨¢s cinematogr¨¢ficas teor¨ªas f¨ªsicas: el efecto mariposa. Seg¨²n este concepto vinculado a la teor¨ªa del caos, el aleteo de una mariposa en Brasil puede ocasionar un tornado en Texas. Esta met¨¢fora de c¨®mo las peque?as acciones pueden tener consecuencias importantes, fue usada por la catedr¨¢tica de la Universidad de Michigan y asesora de la Corte Penal Internacional, Catharine MacKinnon, para explicar en su libro Butterfly Politics c¨®mo determinadas acciones feministas estrat¨¦gicas han logrado modificar estructuras jur¨ªdicas predominantemente masculinas.
En 1976, en Bruselas Diana E. H. Russell impuls¨® el Tribunal Internacional de Cr¨ªmenes contra las Mujeres por el que m¨¢s de 2.000 mujeres de 40 pa¨ªses denunciaron los cr¨ªmenes y todas las formas de opresi¨®n patriarcal y discriminaci¨®n. Y eso fue el germen de la Convenci¨®n Cedaw (1979) que denunci¨® la subordiscriminaci¨®n hist¨®rica de las mujeres y la responsabilidad de los Gobiernos y sent¨® las bases de los siguientes avances jur¨ªdicos universales para la protecci¨®n frente a la violencia de g¨¦nero.
En 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas declar¨® que la violencia contra la mujer es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un da?o o sufrimiento f¨ªsico, sexual o psicol¨®gico para la mujer, as¨ª como las amenazas de tales actos, la coacci¨®n o la privaci¨®n arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida p¨²blica como en la vida privada. En 1999, el impulso del movimiento feminista latinoamericano logr¨® que Naciones Unidas declarara el d¨ªa 25 de noviembre D¨ªa Internacional contra la Violencia de G¨¦nero en honor de las dominicanas Minerva, Patria y Mar¨ªa Teresa Mirabal, ¡°Las mariposas¡± como se las llamaba, tres hermanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Le¨®nidas Trujillo.
En el ¡°efecto mariposa¡± los litigios estrat¨¦gicos cobran protagonismo. En la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos el caso Campo Algodonero vs M¨¦xico permiti¨® la posterior tipificaci¨®n del delito de feminicidio en M¨¦xico; el de Maria da Penha vs Brasil, por el que la biofarmac¨¦utica brasile?a v¨ªctima de violencia machista, dio pie a la posterior promulgaci¨®n de la llamada lei da Maria da Penha dirigida a proteger a las mujeres v¨ªctimas de este tipo espec¨ªfico de violencia. En Naciones Unidas el caso ?ngela Gonz¨¢lez vs Espa?a propici¨® cambios en el tratamiento jur¨ªdico en Espa?a de la violencia de g¨¦nero ejercida contras las hijas e hijos, o en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el emblem¨¢tico caso Opuz vs Turqu¨ªa por el que la violencia contra las mujeres fue reconocida como asunto de inter¨¦s p¨²blico. Todos nos han marcado un camino de cambio al resto de mujeres.
La Ley Org¨¢nica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protecci¨®n Integral contra la Violencia de G¨¦nero en Espa?a y el Convenio del Consejo de Europa sobre prevenci¨®n y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia dom¨¦stica, hecho en Estambul el 11 de mayo de 2011, son buena prueba de la fuerza feminista global.
Ahora Chile, donde naci¨® el himno Un violador en tu camino, del colectivo Lastesis, tendr¨¢ la primera Constituci¨®n del mundo redactada por una comisi¨®n paritaria. En Espa?a m¨¢s all¨¢ de la aspiraci¨®n de un lenguaje inclusivo para nuestra Constituci¨®n, y despu¨¦s del carpetazo de la RAE en favor del masculino gen¨¦rico, es hora de plantear lo que ha sido una demanda hist¨®rica del movimiento y de exigir cambios ¡ªtornados¡ª que nos permitan asumir una visi¨®n feminista de nuestro Estado. Blindar constitucionalmente los derechos de las mujeres debe ser un primer paso.
La Constituci¨®n de 1978 aunque reconoce la igualdad, no soluciona los problemas derivados de la desigualdad hist¨®rica sufrida por las mujeres de este pa¨ªs ni refleja ¡ªporque no lo hubo¡ª un acuerdo constituyente entre mujeres y hombres para dar contenido a su articulado. Solucion¨® la organizaci¨®n territorial, reconoci¨® derechos fundamentales y cre¨® las instituciones b¨¢sicas del Estado. Nos present¨® como Estado social y democr¨¢tico de derecho con valores superiores de libertad, justicia e igualdad, pero no reconoci¨® a las mujeres como aut¨¦nticos sujetos constitucionales, con un papel relevante en el proceso constituyente y con reivindicaciones y conquistas propias. En el contexto actual de pandemia, donde la violencia de todo tipo contra las mujeres permanece oculta, y en la que los cuidados y el liderazgo femenino han cobrado protagonismo como elementos clave para la superaci¨®n de la crisis sanitaria, el reconocimiento de derechos fundamentales de las mujeres como el de vivir una vida libre de violencia, la salud sexual y reproductiva o la presencia equilibrada de mujeres y hombres (todo lo que la Constituci¨®n no menciona), son razones suficientes para que nuestras reivindicaciones merezcan por fin un reconocimiento.
En Chile ya han dado el paso de lograr la paridad en el proceso constituyente. Un simple aleteo que se puede sentir al otro lado del mundo.
Luc¨ªa Avil¨¦s es magistrada. Cofundadora de la Asociaci¨®n de Mujeres Juezas.
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