Que el PSOL mantenga su identidad de rebeld¨ªa y no intente ser simple heredero del PT
El partido pol¨ªtico brasile?o revel¨® que hay una clase media bien posicionada, culturalmente rica y socialmente abierta a la b¨²squeda de nuevos l¨ªderes
Sin duda, la novedad de las elecciones municipales en Brasil ha sido el peque?o partido PSOL mientras el PT, del que naci¨®, ha tenido su peor derrota, se ha visto protagonista de la nueva pol¨ªtica y de las clases medias abiertas a la modernidad que se sienten hoy hu¨¦rfanas de una pol¨ªtica menos ideologizada, menos corrupta y m¨¢s en sinton¨ªa con las nuevas exigencias de un tiempo en plena transformaci¨®n.
El triunfo del peque?o PSOL que tiene como s¨ªmbolo y m¨¢rtir a la joven asesinada Marielle Franco en R¨ªo de Janeiro, seguramente por su lucha contra las milicias que estaban envenenando a la pol¨ªtica de la ciudad y del Estado. La joven llena de vida, una pol¨ªtica nueva sin m¨¢s ideolog¨ªa que la de crear esperanza entre los m¨¢s martirizados y olvidados de la periferia, reprentaba los sue?os de una pol¨ªtica nueva que acabara con los prejuicios contra las mujeres y los diferentes.
No debe ser casualidad que a partir del asesinato de Marielle el PSOL tuviera el mayor triunfo de su existencia como partido. Y no debe ser casualidad que el bolsonarismo haya empezado a desmoronarse justo cuando el partido del peque?o David contra el gigante Goliat abre caminos nuevos de libertad. En R¨ªo de Janeiro, el partido eligi¨® siete concejales, compartiendo la posici¨®n de grupo m¨¢s grande del Parlamento local con otros dos partidos, ambos de derecha.
Con su ¨¦xito en S?o Paulo ¡ªdonde logr¨® triplicar el n¨²mero de concejales electos en 2020, convirti¨¦ndose en el tercer m¨¢s grande de la C¨¢mara de la capital paulista, s¨ªmbolo del capitalismo brasile?o¡ª el PSOL revel¨® que hay una clase media bien posicionada, culturalmente rica y socialmente abierta a la b¨²squeda de nuevos l¨ªderes, y adem¨¢s est¨¢ cansada de la vieja pol¨ªtica. Tambi¨¦n se postul¨® por primera vez para la segunda vuelta por el ayuntamiento de S?o Paulo, con Guilherme Boulos terminando la campa?a en segundo lugar, con el 40% de los votos.
Tampoco es una coincidencia que el peque?o PSOL resurja con fuerza en estos momentos de tinieblas e infiernos del bolsonarismo que est¨¢ envenenando al pa¨ªs tras haber abrazado lo peor de la vieja pol¨ªtica, de la que Brasil estaba cansada.
Es verdad que esa vieja pol¨ªtica, que crece en la corrupci¨®n sigue a¨²n fuerte como se ha visto en las elecciones donde han acaparado la gran mayor¨ªa de los votos. Y sin embargo, el triunfo del PSOL ha significado una luz de esperanza y de renovaci¨®n de esa pol¨ªtica que cada vez tiene menos espacio en una sociedad en plena revoluci¨®n donde los millones de j¨®venes conectan cada vez menos con el pasado y atraviesa una de las mayores transformaciones que ha vivido la humanidad.
Los j¨®venes est¨¢n hu¨¦rfanos pol¨ªticamente de nuevos sue?os, de nuevas esperanzas, de caminos para explorar, de sentirse no simples herederos del pasado sino protagonistas del presente. La pol¨ªtica de sus padres se les ha hecho vieja y quieren crear formas nuevas de vivir con pasi¨®n, sin aburguesarse.
El PSOL en este momento significa la ant¨ªtesis del bolsonarismo que solo sabe recoger a los j¨®venes viejos al¨¦rgicos a cualquier novedad. Miedosos de los diferentes a quienes ven como enemigos en vez de compa?eros de viaje.
No, el PSOL no debe ser la herencia del PT y menos de los pecados que tuvo su momento de gloria y su decadencia por no haber sabido injertarse en la sangre nueva de los j¨®venes. El PT del que nacieron y del que fueron expulsados por su esp¨ªritu de rebeld¨ªa contra la corrupci¨®n que empezaba ya a envenenarle, est¨¢ en declive porque fue incapaz de renovarse. El PT naci¨® del sindicalismo en el momento en que las masas de trabajadores de las f¨¢bricas necesitaban ser apoyadas y defendidas; los j¨®venes de entonces buscaban nuevos horizontes sociales y renovadores. El pecado del PT fue el haberse quedado petrificado frente a un mundo nuevo que estaba naciendo donde las clases que necesitaban de apoyo eran otras.
Hoy el PSOL es hijo rebelde de aquel PT que empezaba a aburguesarse y a hacer alianzas con los partidos m¨¢s conservadores y que como lleg¨® a criticar Lula en un momento de sinceridad, ya no trabajan por amor al partido y sus causas sino para enriquecerse y buscar cargos en la burocracia.
Es cierto que al PSOL todav¨ªa le queda un largo camino por recorrer. Eligi¨® alcaldes en solo cinco ciudades brasile?as, una de las cuales es la capital, Bel¨¦m, en Par¨¢, pero la cifra representa un crecimiento del 150% con relaci¨®n a la elecci¨®n anterior. El PT, a su vez, eligi¨® alcaldes en 183 municipios, un 28% menos que en 2016, ninguno de los cuales es capital, algo que no ocurre desde 1985.
EL PSOL no puede caer en estos momentos de gloria en los viejos pecados de la izquierda ideologizada. Tiene que mantener su esp¨ªritu de defensa de las nuevas formas de trabajo que est¨¢n naciendo. Tienen que entender que hoy el proletariado es otro. Lo son los desempleados, los trabajadores precarios y los nuevos bolsones de pobreza material y espiritual.
No debe ser una casualidad que el PSOL triunfe mientras el bolsonarismo fan¨¢tico se desmorona. El peque?o partido de una izquierda diferente y moderna tiene que ser en este momento la ant¨ªtesis de ese bolsonarismo que est¨¢ envenenando a la sociedad con sus negacionismos, sus delirios autoritarios y su rechazo a todo lo nuevo que est¨¢ germinando en el mundo joven.
El PSOL se debe oponer a los j¨®venes bolsonaristas creadores de los gabinetes del odio y de la divisi¨®n con gabinetes del di¨¢logo, con espacios para todos los que piensan diferente, sin banderas de discriminaci¨®n en la defensa de los valores democr¨¢ticos y de las libertades.
Tiene que ser, si quiere seguir creciendo, el coraz¨®n de una sociedad en busca de valores y de sue?os de esperanzas que se fueron perdiendo por el camino de un capitalismo de rapi?a que arrastr¨® cada vez m¨¢s a las periferias de la miseria al olvido.
Contra el bolsonarismo, enemigo de la cultura que est¨¢ despreciando y humillando, el PSOL necesita recuperar al rico mundo de la cultura y de la creatividad que es donde se forja la verdadera democracia. Y contra el negacionismo burdo que acaba creando muerte y desilusi¨®n debe el nuevo partido sembrar en el pa¨ªs semillas de creatividad. Sembrar vida en vez de muerte. Armar a la sociedad no de las armas que matan sino de las que crean nueva vida. Contra las armas de guerra se necesita hoy m¨¢s que nunca las armas de la creatividad y del deseo de superaci¨®n.
Si la violencia es inherente al ser humano y al ego¨ªsmo colectivo, deben ser la cultura y la pol¨ªtica de los valores de convivencia el mejor ant¨ªdoto contra las guerras psicol¨®gicas con las que la extrema derecha intenta envenenar a una sociedad cansada de odio. Una sociedad en busca de valores que la liberen y encaminen por la senda de nuevas apuestas creativas y liberadoras sin el cors¨¦ del nuevo oscurantismo que la empobrece y aliena.
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