Etapa reformista
Bruselas apremia con raz¨®n a Espa?a a emprender reformas estructurales

Junto a las inversiones, reformas. Encarrilados los Presupuestos para 2021, Espa?a afronta ahora la tit¨¢nica tarea de poner en marcha las reformas necesarias para corregir sus debilidades estructurales y aprovechar al m¨¢ximo los fondos europeos para convertirse en un pa¨ªs m¨¢s sostenible y competitivo. No se trata solo de detectar proyectos rentables e innovadores en los que invertir el dinero europeo, sino de mejorar la arquitectura administrativa y econ¨®mica del pa¨ªs. Ese es el gran pacto de fondo subyacente al endeudamiento com¨²n: que el desembolso de las ayudas europeas vaya de la mano de cambios que fortalezcan los pa¨ªses (reduciendo as¨ª el riesgo de que vuelvan a necesitar ayuda en crisis futuras). Bruselas vigila, y exhorta a Espa?a a buscar mejoras en tres ¨¢reas clave: mercado laboral, pensiones y una mayor unidad de mercado que evite la fragmentaci¨®n de la regulaci¨®n auton¨®mica. La Comisi¨®n tiene raz¨®n en se?alar esas tres ¨¢reas y, a diferencia de hace una d¨¦cada, ni impone recetas espec¨ªficas ni recortes.
Espa?a debe pues asumir de lleno esta tarea y el Gobierno ¡ªhasta ahora poco transparente en el desglose del empe?o reformista en el que trabaja desde hace meses¡ª debe abrir un debate p¨²blico sobre sus ideas. Conviene debatir para mejorar y persuadir. La fecha l¨ªmite para presentar el plan es abril de 2021. Aunque el generalizado sentido de urgencia que impone la pandemia reduce el margen para pulsos pol¨ªticos, la Comisi¨®n y otros pa¨ªses miembros observar¨¢n con atenci¨®n las propuestas.
Las prioridades que se indican a Espa?a son l¨®gicas. Una es ¡°preservar la sostenibilidad del sistema de pensiones¡±. En este sentido, es imprescindible lograr avances en la edad efectiva de jubilaci¨®n, en un sistema con una din¨¢mica demogr¨¢fica muy desfavorable y cierta tendencia, por ejemplo en el sector financiero, a prejubilaciones masivas. Habr¨¢ que ponderar con cuidado la indexaci¨®n indiscriminada de todas las pensiones a la inflaci¨®n. Otra consiste en reformar el mercado laboral para ¡°favorecer la transici¨®n hacia los contratos indefinidos¡± y mejorar la cobertura del desempleo: el trecho recorrido contra los abusos en la contrataci¨®n temporal es ¨²til, pero no basta. El nivel de dualidad en el mercado laboral espa?ol es elevad¨ªsimo e inaceptable. A la vez precariza la vida de muchos trabajadores y dificulta la construcci¨®n de valor a?adido. Hay que mejorar radicalmente en esto y debe estudiarse con seriedad la opci¨®n de la llamada mochila austriaca. Por ¨²ltimo, es preciso ¡°avanzar en la aplicaci¨®n de la ley de garant¨ªa de la unidad del mercado¡±, lo que implica eliminar obst¨¢culos que distorsionen el mercado espa?ol por diferentes regulaciones auton¨®micas.
Se trata de tareas de enorme complejidad, ante las que se notan discrepancias en las filas del Ejecutivo ¡ªevidentes en materia laboral¡ª. Ser¨¢ necesario superarlas, y ser¨ªa un error afrontarlas petrificando la negociaci¨®n en el per¨ªmetro de la mayor¨ªa de los Presupuestos. En estas reformas una amplia concertaci¨®n se antoja m¨¢s necesaria a¨²n que en las cuentas para 2021 debido a su trascendental impacto. Desgraciadamente, hay pocos visos de que esa reflexi¨®n quede inmune al partidismo que infecta la pol¨ªtica espa?ola. Los agentes sociales, en cambio, han dado muestras de una elevada capacidad de di¨¢logo. Ojal¨¢ prevalezca ese esp¨ªritu en busca de una gran modernizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, de una protecci¨®n social m¨¢s eficaz y de mayor justicia intergeneracional.
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