Esperanza
Lo ¨²nico que Pandora logr¨® conservar para la humanidad fue ese sentimiento. No parece mucho, pero es un arma poderosa
Desde que empec¨¦ a escribir esta columna, no recuerdo ning¨²n otro a?o en el que me haya resultado tan dif¨ªcil redactar una felicitaci¨®n navide?a. En 2020, ni la paz, ni el amor, mucho menos la buena voluntad, caben en un texto como este. Por eso he decidido recurrir a una leyenda mucho m¨¢s antigua que la propia historia, esa que contamos desde el nacimiento de Jes¨²s. Es, como todos los mitos cl¨¢sicos, un paradigma de misoginia, pero como tambi¨¦n hemos tenido bastante de eso este a?o, quiero recordar a Pandora, la primera mujer, que no ten¨ªa la culpa de ser tan hermosa, tan curiosa y traicionera, porque los dioses la crearon as¨ª, como una trampa para castigar al tit¨¢n que hab¨ªa robado el fuego y se lo hab¨ªa entregado a los humanos. Zeus se la dio por esposa a Epimeteo, hermano de Prometeo, y aunque este, que tem¨ªa la venganza del Olimpo, le hab¨ªa rogado que no aceptara ning¨²n regalo de los dioses, el esposo se enamor¨® perdidamente de la mujer, porque nunca hab¨ªa visto una criatura igual. Pandora lleg¨® con un regalo ¡ªuna tinaja sellada aunque ha pasado a la posteridad como una caja¡ª, que no deb¨ªa de ser abierto en ning¨²n caso. Por supuesto, considerando el origen del relato, la curiosidad femenina pudo m¨¢s que cualquier prohibici¨®n. Pandora busc¨® la tinaja, la abri¨® y la crey¨® vac¨ªa, mientras por su boca escapaba el a?o 2020, enfermedad, muerte, sufrimiento, odio, hambre, guerra, ira, mentira, mezquindad¡ Pero en el fondo hab¨ªa algo m¨¢s, y se apresur¨® a taponar el hueco a tiempo para evitar que escapara. Lo ¨²nico que Pandora logr¨® conservar para la humanidad fue la esperanza. No parece mucho, pero es un arma poderosa. Y no se me ocurre mejor manera de desear a todos ustedes que se las arreglen para ser felices en estas Navidades.
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