Instinto discriminatorio
La sospecha hacia el inmigrante en el esc¨¢ndalo que ha obligado a dimitir al Gobierno no tiene justificaci¨®n
El esc¨¢ndalo vinculado a las ayudas al cuidado de menores que ha costado la dimisi¨®n a todo el Gobierno de centroderecha de Pa¨ªses Bajos ha zarandeado el pa¨ªs por el fallo sist¨¦mico que ha supuesto en muy diversos niveles de la Administraci¨®n y por el inaceptable sesgo discriminatorio que ha expuesto a la luz p¨²blica. Una comisi¨®n parlamentaria ha investigado la desprotecci¨®n en que quedaron al menos 26.000 familias a las que se les exigi¨® la devoluci¨®n de esas ayudas ¡ªla gran mayor¨ªa inmigrantes que fueron objeto prioritario de unas inspecciones incorrectas¡ª, y ha evidenciado m¨²ltiples fallos. No solo una autoridad fiscal implacable acus¨® de estafa a esas familias por errores a veces administrativos como la falta de una firma; sino que en todo el proceso fallaron los principios de no discriminaci¨®n de los ciudadanos por su origen y de la protecci¨®n de sus datos. El origen de los padres ¡ªen gran parte procedentes de Turqu¨ªa o Marruecos¡ª fue un criterio por el que se priorizaron las pesquisas; adem¨¢s, los documentos que manejaban los inspectores fiscales en sus procedimientos hac¨ªan constar esa nacionalidad cuando eso est¨¢ prohibido.
Lo que no ha fallado es la reacci¨®n de las autoridades, que han investigado el esc¨¢ndalo en diversos estamentos, ni el escrutinio a un Gobierno que ha tenido que dimitir en pleno en un acontecimiento de consecuencias parejas a la ca¨ªda del Ejecutivo de centroizquierda en 2002 tras el informe sobre la pasividad de las tropas holandesas en Srebrenica. La dimisi¨®n tiene limitadas consecuencias pr¨¢cticas ya que estaban previstas de todas formas elecciones legislativas en marzo. Cinco ministros han sido denunciados por 20 afectados ante los tribunales. Los titulares de carteras directamente implicadas se han retirado del ejercicio y de la carrera electoral. Los dem¨¢s seguir¨¢n en funciones.
Esas cerca de 30.000 familias (unos 80.000 ni?os afectados, seg¨²n el Defensor del Pueblo) vieron su forma de vida sacudida cuando la autoridad tributaria les exigi¨® la devoluci¨®n de ayudas de a?os en apenas dos semanas. ¡°Gente inocente ha visto su vida destruida¡±, reconoci¨® el primer ministro, Rutte. Algunos tuvieron que abandonar sus casas, sus seguros de salud o quebraron para hacer frente a la falsa deuda.
Muchas son las lecciones de un esc¨¢ndalo que ha sido posible por una actitud de sospecha hacia el inmigrante y en un contexto de rigor fiscal extremo en el que los grandes partidos han estado unidos. Este esc¨¢ndalo golpea a Pa¨ªses Bajos, pero la se?al de alerta debe resonar en todo el continente, que no est¨¢ a salvo de conductas discriminatorias. Cualquier concesi¨®n a esos instintos en nuestras sociedades equivale a un retroceso del Estado de derecho.
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