Carta a mi amigo catal¨¢n

Querido m¨ªo, t¨² eres mi amigo catal¨¢n, es decir t¨² eres t¨² y eres tambi¨¦n todos mis amigos catalanes que, o bien lo son o han elegido esa hermosa tierra para vivir.

Sabes bien que cuando, a finales del siglo pasado, volv¨ª a Espa?a tras m¨¢s de once a?os de exilio por vagabundeo de aprendizaje y trabajo, se hab¨ªa establecido en m¨ª una fuerte conexi¨®n con Catalu?a, a trav¨¦s de mi mujer entonces, bien catalana y a quien no olvido, y de sus padres que amaron profundamente su tierra. Ellos me traspasaron esa querencia que ha arraigado bien en m¨ª.

Por a?adidura Barcelona era entonces una ciudad acogedora que a nadie discriminaba, fuere cual fuere su procedencia. Y su vida cultural y su inquietud, m¨¢s all¨¢ de su innegable belleza, me atra¨ªan fuertemente.

As¨ª que acarici¨¦ durante a?os convicci¨®n y deseo de que Barcelona era la ciudad id¨®nea para arraigarme y vivir y desde la cual desarrollar mi trabajo. A todo ello se a?ad¨ªa la extraordinaria acogida que tuvieron mis espect¨¢culos y yo mismo.

Aunque cierto competidor en el oficio no dud¨® en exclamar en cierta ocasi¨®n, seg¨²n me refiri¨® alg¨²n testigo: ¡°Pero hombre, ?qu¨¦ busca aqu¨ª este charnego?¡±. Pero ese hombre no era mala gente y, desde luego, atesoraba no poco m¨¦rito y su comentario no merm¨®, en modo alguno, mi predilecci¨®n por Barcelona y Catalu?a. Tan s¨®lo mi trabajo cinematogr¨¢fico me hizo cambiar de opini¨®n y optar por Madrid como ciudad donde residir.

No ignoras que nac¨ª en el Sur y muy de all¨ª me siento, pero los muchos a?os vividos en otros pa¨ªses me han ense?ado que todos somos m¨¢s o menos lo mismo y que cada pa¨ªs con su cultura tiene, en distintas proporciones, virtudes y defectos que, de alg¨²n modo, se compensan. Desde luego no me siento holgaz¨¢n ni perezoso, como alguna vez lleg¨® a afirmar de los nacidos en Andaluc¨ªa cierto ¨ªnclito personaje catal¨¢n.

Durante largos a?os el ir y venir a Catalu?a ha sido fuente de enriquecimiento, de plenitud, de gozo por ese precioso tapiz de amigos que, con el tiempo, se ha ido tejiendo y de cuyo paisaje t¨² formas parte importante.

Pero, infortunadamente, desde hace pocos a?os, ese tejerse se ha interrumpido, el telar est¨¢ quieto. Con gran dolor por mi parte. Se ha erigido como un muro entre nosotros.

???Dios m¨ªo, otro muro!!!

Ese muro se ha levantado sin saber c¨®mo, de noche, como aquel otro muro en el coraz¨®n de Europa a?os atr¨¢s. Y ha sido durante el proc¨¦s.

No s¨¦ si eres o no independentista y poco me importa. Eres mi amigo y eso es lo que m¨¢s me importa. A mis a?os, y aunque siempre lo supiera, s¨¦ bien del valor de la amistad. Te necesito, te necesito para estar vivo, en vida, para seguir viviendo. No dejemos que ning¨²n muro nos separe o aleje.

Tengo ganas de reencontrarte, de o¨ªrte y de abrazarte. Sea lo que sea en estas elecciones.

Y ahora te saludo, te deseo salud, amigo.

POSDATA: yo tambi¨¦n me siento culpable de la construcci¨®n de ese muro, por no haber escrito esta carta antes, por mi temor al rechazo, por no permitir hablar a mi coraz¨®n.

Jos¨¦ Luis G¨®mez es actor y director de teatro y miembro de la Real Academia Espa?ola.