Contra la simplificaci¨®n
Espa?a da sus primeros pasos hacia el autoritarismo postdemocr¨¢tico con el t¨¢ndem Ayuso-Vox asaltando la hegemon¨ªa de la derecha
La pol¨ªtica se infantiliza. Y es especialmente inquietante ante las perspectivas del futuro inmediato porque puede abrir una v¨ªa acelerada hacia el autoritarismo posdemocr¨¢tico, la gran amenaza que persigue a las democracias ahora mismo. Y que en Espa?a est¨¢ dando sus primeros pasos con el t¨¢ndem Ayuso-Vox asaltando la hegemon¨ªa de la derecha.
La pandemia sigue ah¨ª. La situaci¨®n se va tensando y con su recurso permanente a la bronca parece como si los dirigentes pol¨ªticos vivieran una realidad paralela, pero la derecha, con un PP abrumado por la corrupci¨®n del pasado y sin otro proyecto pol¨ªtico que la satanizaci¨®n del adversario (rescatar ahora el comunismo como enemigo es de sainete) especula calculadamente con el ruido. La fatiga psicol¨®gica va poseyendo a la ciudadan¨ªa, agotada por las privaciones de interacci¨®n social, por la frustrante prolongaci¨®n de la pandemia, con las reiteradas promesas de vacunaci¨®n inminente en entredicho, y cada vez est¨¢ m¨¢s cerca el momento en que las consecuencias del gran frenazo en la econom¨ªa se traduzcan en una explosi¨®n social: las cifras del paro asustan. Y, sin embargo, en un sistema de comunicaci¨®n dominado por las redes sociales, la simplificaci¨®n es el criterio obsesivo desde el que se construyen los mensajes, favoreciendo una confrontaci¨®n en blanco y negro, que s¨®lo busca alinear a los ciudadanos en grupos cerrados: los nuestros frente a los otros (el enemigo) en una l¨®gica frentista convertida en estado natural de la pol¨ªtica. El debate objetivo sobre estrategias y proyectos apenas existe porque s¨®lo se busca la adhesi¨®n, es decir, poner ¨¦nfasis en los mensajes ¡ªsin preocupaci¨®n alguna por la verdad¡ª que puedan atraer al espacio propio de pertenencia. En realidad es una concepci¨®n pesimista de la especie, de larga tradici¨®n en la derecha, que considera a los ciudadanos como menores de edad, y que por tanto no apela a su criterio sino a su sumisi¨®n.
La campa?a de Madrid es un buen ejemplo: Vox y PP como un solo hombre buscan por todos los medios reducir la pelea a un duelo entre Isabel D¨ªaz Ayuso y Pablo Iglesias, que deje a los dem¨¢s en las tinieblas en los debates p¨²blicos. Y Pedro S¨¢nchez y el PSOE pretenden replicar (poder de los asesores de comunicaci¨®n) con una imitaci¨®n del t¨¢ndem Biden-Harris, con la moderaci¨®n como bandera en momentos de polarizaci¨®n. No estoy seguro de que sea suficiente, como no lo ha sido el ensayo Illa en Catalu?a. Para combatir la simplificaci¨®n de la pol¨ªtica se necesita serenidad, pero tambi¨¦n autoridad para arriesgarse en los momentos decisivos. Y S¨¢nchez es r¨¢pido al amagar pero lento al actuar. Lo vemos en Catalu?a en que con la falta de determinaci¨®n a la hora de concretar su apuesta por los indultos, est¨¢ perdiendo una posibilidad de encauzar el problema. Contra la simplificaci¨®n, grandeza pol¨ªtica, esta ser¨ªa la consigna.
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