Tr¨ªpode
Prescindir de una de las tres patas de la democracia desvirtuar¨ªa el conjunto, que perder¨ªa su equilibrio por el lado de la justicia o de la libertad

Cuando preguntaron al fil¨®sofo Leszek Kolakowski, exiliado y viajero, d¨®nde querr¨ªa vivir repuso algo as¨ª: ¡°En una casa con el portal en una calle de Par¨ªs y su puerta trasera en el Soho, con ventanas al Gran Canal veneciano, con un pasaje secreto que llevase a la plaza de Cracovia y una terraza con vistas a una playa del Pac¨ªfico¡±. Al escuchar las airadas discusiones entre izquierda y derecha en Europa (dejo fuera a comunistas y fascistas, que son espectros europeos, no partidos decentes), quisiera recordarles que nuestras democracias dan al capitalismo en su zona productiva de bienes y tecnolog¨ªa, a la socialdemocracia en lo tocante a redistribuci¨®n y protecci¨®n social y que son liberales en costumbres y creencias. Nadie sensato cree que ser¨ªa mejor borrar del mapa pol¨ªtico el capitalismo, la socialdemocracia o el liberalismo. Y un partido que propusiera en serio (no como exabrupto ret¨®rico, lo que es frecuente) una de esas aboliciones no encontrar¨ªa votantes m¨¢s que en los manicomios. Prescindir de una de las patas del tr¨ªpode democr¨¢tico desvirtuar¨ªa el conjunto, que perder¨ªa su equilibrio por el lado de la justicia o de la libertad.
La izquierda y la derecha son formas de sostenerse sobre esas tres patas, haciendo hincapi¨¦ en una o en otra, rezongando o dando v¨ªtores al custodiarlas. S¨®lo los llamados centristas asumen como inevitable el tr¨ªpode y no fingen estar deseando cojear de alg¨²n extremo. Pero la mayor¨ªa de la gente, maleducada por demagogos, est¨¢ convencida de que los vicios sociales vienen de esta o aquella pata aborrecida, aunque cuando ven en peligro ese apoyo se revuelven como mutilados. Y a la hora de votar se hacen un l¨ªo, porque les dicen que el Zendal es un despilfarro y la Plus Ultra una inversi¨®n estrat¨¦gica...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.