La crisis: receta de herejes
La pandemia en Am¨¦rica Latina puso en evidencia el error de no haber considerado el gasto en salud o en educaci¨®n p¨²blica como inversiones prioritarias
Disciplina en el gasto p¨²blico, control de la inflaci¨®n y restricci¨®n en las funciones de los Estados fueron algunas de las ¡°reglas de oro¡± durante a?os en varios pa¨ªses latinoamericanos. Frente a ciertos populismos y estatismos, estrategias m¨¢s bien ortodoxas afirmaron el equilibrio fiscal y el fomento de la inversi¨®n; se produjo crecimiento y cierta reducci¨®n de la pobreza.
La pandemia en la regi¨®n puso en evidencia, con un doloroso costo social, el hecho de no haber considerado el gasto en salud o en educaci¨®n como inversiones p¨²blicas prioritarias. Las carencias actuales de los sistemas de salud est¨¢n cobr¨¢ndole a la sociedad esa omisi¨®n.
La ¡°nueva normalidad¡± generada por la covid-19 est¨¢ poni¨¦ndolo todo en cuesti¨®n. De cabeza quedan esas recetas ¡°cl¨¢sicas¡± y aparece como respuesta principal la prioridad en la masiva inversi¨®n p¨²blica. Desde espacios otrora ortodoxos, como Europa y EE UU, se apunta hacia objetivos diferentes de los tradicionales. En lugar de menos Estado y horror ante el d¨¦ficit fiscal, m¨¢s Estado y masiva inversi¨®n p¨²blica.
La regi¨®n est¨¢ sufriendo la mayor contracci¨®n econ¨®mica en 120 a?os, de acuerdo a la evaluaci¨®n de una entidad de rigor indiscutible como es Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL), el organismo de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo econ¨®mico y social de la regi¨®n. Este colapso est¨¢ teniendo efectos econ¨®micos y sociales m¨¢s serios que cualquier recesi¨®n previa, incluida la de los 30 del siglo pasado. Con una segunda ola golpeando y la tercera ya asomando, el panorama no pinta nada bien y llama a gritos a virajes decisivos.
Con el ¨¦nfasis en inversi¨®n p¨²blica hoy marcando la pauta en EE UU, por ejemplo, vienen a la memoria analog¨ªas con respuestas exitosas que se dieron en el pasado ante crisis semejantes. Por ejemplo, el New Deal de Roosevelt en los 30 luego de la crisis del 29 o en Europa con el Plan Marshall despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, caracterizados por una masiva inversi¨®n p¨²blica.
Las respuestas que hoy se plantean desde instituciones ¡°ortodoxas¡± no son para persistir en la ortodoxia y medicina de bajar el peso de lo p¨²blico sobrevalorando lo privado. La crisis es de tal gravedad que en instituciones como CEPAL o el FMI se vienen identificando prioridades econ¨®micas, pol¨ªticas y de inversi¨®n que dejan atr¨¢s mucho de la vieja ortodoxia.
Las amplias y variadas propuestas de CEPAL, por ejemplo, se resumen en dos componentes fundamentales.
De un lado, un papel m¨¢s activo y protag¨®nico de los pa¨ªses. Con base, en buena medida, a la constataci¨®n del papel irreemplazable del Estado en todos lados ante el ataque de la pandemia. En materia de vacunaci¨®n, programas de asistencia y financiamiento de emergencia para las empresas. Responder a la crisis y ¡°construir un futuro mejor¡± hace tener a los Estados m¨¢s presentes y activos en el mundo entero. Contra la ortodoxia ultraliberal, que ad nauseam han predicado algunos, propone CEPAL todo un programa que priorice la inversi¨®n p¨²blica, la ¡°protecci¨®n social universal¡±, la inversi¨®n en la protecci¨®n del medio ambiente, la inclusi¨®n y los impuestos directos gravando a quienes m¨¢s tienen.
Por ejemplo, ¡°favorecer la expansi¨®n del gasto p¨²blico en salud y prestar una atenci¨®n especial a los grupos vulnerables, en particular a los segmentos de ingresos bajos y a las personas mayores¡±, dentro de una estrategia en la que ¡°se debe priorizar la inversi¨®n p¨²blica, el ingreso b¨¢sico, la protecci¨®n social universal, el apoyo a las peque?as y medianas empresas (pymes), la inclusi¨®n digital y el desarrollo de tecnolog¨ªas verdes¡± haciendo caer el peso de la tributaci¨®n ¡°en los impuestos directos y los que gravan la propiedad y el patrimonio¡±.
Por otro lado, estos enfoques sobre pol¨ªticas nacionales se conectan a una presencia m¨¢s activa y din¨¢mica de las instituciones multilaterales. Pero ya no para blandir el l¨¢tigo de quien opera como portaestandarte de los pa¨ªses o instituciones acreedoras, sino con el plan de canalizar recursos extraordinarios para los pa¨ªses jaqueados por la crisis dotando a los Estados de los recursos necesarios.
As¨ª, por ejemplo, CEPAL exhorta a programas extraordinarios de canalizaci¨®n de recursos; una suerte de ¡°mini plan Marshall¡±. No llama al FMI a que recorra la regi¨®n con la alcanc¨ªa de los acreedores sino a que emita 500.000 millones de d¨®lares de Derechos Especiales de Giro que equivaldr¨ªan a cerca de 40.000 millones de d¨®lares adicionales en reservas internacionales para destinar a las econom¨ªas de la regi¨®n. Condici¨®n para ello ser¨ªa que el Grupo de los 20 (G20) se comprometa a capitalizar las instituciones multilaterales de cr¨¦dito con recursos extraordinarios. Entre otros efectos esto podr¨ªa aliviar el servicio de la deuda en varios pa¨ªses afectados por la crisis y permitir ejecutar la inversi¨®n y gasto p¨²blico m¨¢s urgente.
?Ser¨¢ posible avanzar en esa direcci¨®n? Est¨¢ por verse. Depender¨¢ de la convergencia de un conjunto de decisiones pol¨ªticas internas claras y coherentes. En tiempos en los que est¨¢ en marcha una sucesi¨®n de elecciones presidenciales y parlamentarias, habr¨ªa, en teor¨ªa, un escenario propicio para que esto se discuta y se ponga en el foco de los debates y de las campa?as electorales.
En realidad, poco de esto viene ocurriendo pues esta nueva visi¨®n no gu¨ªa hoy las pol¨ªticas p¨²blicas latinoamericanas. En la campa?a electoral presidencial en Per¨², por ejemplo, la ausencia de visiones estrat¨¦gicas ante la crisis queda ocupada por respuestas inmediatistas y simplistas que no parecen tener en cuenta las variaciones en marcha en pol¨ªticas globales ni la magnitud de la crisis.
A partir de estas tendencias y urgencias -que se podr¨ªan resumir en ¡°m¨¢s Estado¡±- algunos dicen que la regi¨®n estar¨ªa virando ¡°hacia la izquierda¡±. Hay que tener cuidado con ello pues con esa l¨®gica tendr¨ªamos que decir que el FMI o CEPAL se est¨¢n ¡°izquierdizando¡± y no parece ser el caso porque, en simult¨¢neo, aparecen fuertes corrientes autoritarias frente a asuntos cr¨ªticos como la seguridad p¨²blica. ?Virando a la derecha, entonces?
El hecho es que estamos ante una crisis que ha puesto sobre el tapete urgencias inaplazables y de envergadura, que deber¨ªan dar curso al sentido com¨²n y a una manera razonable de hacer las cosas incluyendo a amplios sectores pol¨ªticos y sociales.
Las polarizaciones en curso puedan darle espacio y legitimidad al discurso y propuestas autoritarias y distantes del orden democr¨¢tico que vienen siendo muy fuertes. Por ejemplo, en m¨¢s de media docena de candidatos presidenciales peruanos. No hay, pues, que dar nada por descontado.
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