Todo un ¨¦xito de la CIA
Estados Unidos no ha conseguido pulverizar el antidemocr¨¢tico r¨¦gimen, pero s¨ª arrebatar a la oposici¨®n fuerza en las calles y papeletas en las urnas
Maduro no solo aguanta con el respaldo de las Fuerzas Armadas y un sector del chavismo; tambi¨¦n la oposici¨®n colabora, y no poco, a que se mantenga en el poder sin necesidad de una mayor represi¨®n; colabora de dos formas: con la emigraci¨®n y las remesas de d¨®lares. Seg¨²n la Agencia de la ONU para los Refugiados ...
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Maduro no solo aguanta con el respaldo de las Fuerzas Armadas y un sector del chavismo; tambi¨¦n la oposici¨®n colabora, y no poco, a que se mantenga en el poder sin necesidad de una mayor represi¨®n; colabora de dos formas: con la emigraci¨®n y las remesas de d¨®lares. Seg¨²n la Agencia de la ONU para los Refugiados han emigrado unos 5,5 millones de los casi 29 millones de habitantes de Venezuela. La mayor¨ªa de ellos son opositores. No lo dice ACNUR, lo dice la observaci¨®n, el conocimiento de la realidad, el sentido com¨²n. Son personas que, en general, echan pestes de Maduro.
Eso significa que, a la hora de votar, las urnas opositoras pierden unos cinco millones de sufragios en cualquier elecci¨®n. Es as¨ª porque al ser la emigraci¨®n reciente, muchas de esas personas se encuentran en situaci¨®n irregular en los pa¨ªses de acogida: no est¨¢n inscritas en ning¨²n consulado ni tienen tiempo de pensar en eso, porque su necesidad perentoria, vital, es conseguir comida y techo. Si de un registro electoral de unos 20 millones de personas, restas cinco millones a una de las partes beligerantes, el resultado se inclinar¨¢ del lado que mantiene su n¨²cleo de votantes, es decir, del lado de Maduro.
M¨¢s del 40% de las familias venezolanas reciben, de una u otra manera, remesas en d¨®lares de alg¨²n pariente en el exterior. El promedio mensual ronda los 45 d¨®lares. No es mucho, pero no hay que olvidar que los remitentes est¨¢n en situaciones precarias. Todo el esfuerzo de Estados Unidos para que las penurias derivadas de su bloqueo subleven a la poblaci¨®n contra el r¨¦gimen se ve menoscabado por el dinero que los propios antichavistas env¨ªan a sus parientes. De ese modo, la poblaci¨®n sigue irritada, pero su malestar se amansa con los d¨®lares y no alcanza la ebullici¨®n.
Resulta curioso que Washington no haya encontrado todav¨ªa una f¨®rmula satisfactoria para resolver esta paradoja. Y eso que lleva busc¨¢ndola m¨¢s de 10 a?os. Hay una tercera ayuda de la oposici¨®n, aunque posiblemente haya m¨¢s: la masiva fuga de detractores al extranjero adelgaza las manifestaciones antigubernamentales y reduce su cuota de calle. Por eso, desde hace un par de a?os, las manifestaciones que convoca la oposici¨®n son num¨¦ricamente min¨²sculas comparadas con las conseguidas contra Ch¨¢vez.
Conclusi¨®n: EE UU no ha logrado pulverizar el antidemocr¨¢tico r¨¦gimen, pero s¨ª arrebatar a la oposici¨®n fuerza en las calles y papeletas en las urnas. ?Y Maduro? M¨¢s tranquilo que nunca: a enemigo que huye, puente de plata. Los d¨®lares que env¨ªan los emigrantes a sus familias son un sedante que aleja la posibilidad de un levantamiento popular impulsado por el acelerado deterioro de las condiciones de vida causadas por el chavismo y el bloqueo. Todo un ¨¦xito de la CIA.