Hala, Madrid
Ah¨ª iba Florentino P¨¦rez, humild¨ªsimo cual mes¨ªas prometiendo el ed¨¦n de los partidos del siglo, y le traicionan sus disc¨ªpulos ante el mot¨ªn de los fieles

Al final de su vida mi madre se hizo madridista ac¨¦rrima. Jam¨¢s antes le hab¨ªa interesado el esf¨¦rico, hasta el punto de que nunca le o¨ª decir ¡°el f¨²tbol¡±, sino ¡°el bal¨®n¡±, cuando se quejaba de que no pon¨ªan ¡°m¨¢s que bal¨®n¡± en la tele. Pero en sus ¨²ltimos a?os se convirti¨® al madridismo con fe de conversa. Se sab¨ªa el calendario de la Liga, la Copa y la Champions al dedillo y, en v¨ªspera de sorteo, le pon¨ªa una vela a Santa Rita, patrona de los imposibles, para que a los blancos les tocara el rival m¨¢s d¨¦bil. A m¨ª aquel forofismo s¨²bito me divert¨ªa tanto como me laceraba. Porque mi madre abraz¨® el madridismo por lo que se abrazan las pasiones tard¨ªas: por inter¨¦s, por amor ciego, o por las dos cosas. Su ni?o chico, mi se?or hermano, aparejador treinta?ero expulsado de la obra por la crisis del ladrillo, hab¨ªa abierto un garito de barrio. Nada: cervezas, cubatas, cuencos de pipas salad¨ªsimas para secar bocas y doblar rondas, y un plasmazo XL para que la pe?a fuera all¨ª a ver el bal¨®n a lo grande. Esa y no otra fue la causa de la ca¨ªda del caballo de mi madre. No sab¨ªa qu¨¦ es un c¨®rner, pero le bastaron dos jornadas para ver que, si perd¨ªa el Madrid, la recaudaci¨®n era mediocre, y si ganaba, triplicaba la caja.
Recordaba aquellos d¨ªas una, a quien el bal¨®n le aburre hasta el extremo de dormirse con el gol de Iniesta, viendo a Florentino P¨¦rez ir a la tele a vender su Superliga para salvar al f¨²tbol de la ruina mientras fuera arrecian los ERE. Ah¨ª iba el presidente, humild¨ªsimo cual mes¨ªas prometiendo el ed¨¦n de los partidos del siglo, y le traicionan sus disc¨ªpulos ante el mot¨ªn de los fieles. Se me ca¨ªan las l¨¢grimas viendo a dios recibir un no por respuesta. ?Por qu¨¦ lo llaman amor cuando quieren decir avaricia? Mi madre, al menos, no enga?aba a nadie. Por cierto, mi hermano cerr¨® el garito. Y la forofa no volvi¨® a ver m¨¢s partido que el del c¨¢ncer que le meti¨® el gol por la escuadra. Va por ella.
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