La democracia solo se construye con democracia

El r¨¦gimen chavista se dio a la tarea de desmantelar al Estado durante 22 a?os. Su modelo nos trajo la mayor emergencia humanitaria del hemisferio occidental, mientras que la democracia y el bienestar de la poblaci¨®n desaparecieron. Durante este tiempo se apoderaron de las instituciones p¨²blicas, desnaturalizaron al voto como herramienta de cambio y se hicieron con el poder absoluto. Los diversos sectores democr¨¢ticos del pa¨ªs no supimos contener la desacreditaci¨®n del camino electoral y rechazamos la participaci¨®n en los ¨²ltimos comicios. Hoy debemos rescatar ese camino electoral y dar un primer paso para enmendar el rumbo.

Quienes estamos comprometidos con el regreso de la democracia a Venezuela, vemos el voto como una herramienta leg¨ªtima y constitucional para expresarnos como sociedad. El voto representa una forma de lucha c¨ªvica, que nos permite alzar nuestra voz en protesta y demostrar nuestro descontento con el rumbo que ha tomado el pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os. Es el mecanismo ideal para cambiar realidades mediante consensos entre los distintos actores pol¨ªticos y sociales.

El nombramiento de nuevos rectores para el Consejo Nacional Electoral es una gran oportunidad para la lucha que hemos emprendido hacia el retorno de la democracia y la reconstrucci¨®n del pa¨ªs. Enrique M¨¢rquez y Roberto Pic¨®n, son dos figuras con amplia trayectoria en la lucha por la democracia, con un compromiso innegable por defender y recuperar el valor del voto. Su nombramiento como rectores representa un paso importante y necesario en el camino que hemos emprendido. S¨ª, creemos que este es un buen arranque para nuestra causa, y as¨ª podemos retomar esa ruta en la que nuestra voz sea escuchada y logremos los cambios que queremos y necesitamos.

A pesar del sufrimiento y la miseria que nos trajo el r¨¦gimen, los venezolanos tenemos la m¨¢s ferviente convicci¨®n de que la democracia es el mejor camino para reconstruir la naci¨®n que tanto merecemos. Las encuestas de opini¨®n lo confirman: los ciudadanos creemos que la participaci¨®n es la mejor v¨ªa para salir de la crisis que atravesamos. Es por ello que todos nuestros esfuerzos est¨¢n comprometidos con la democracia y tienen como norte beneficiar a todos por igual, sin importar las diferencias ideol¨®gicas.

Las instituciones democr¨¢ticas en el mundo son sin¨®nimo de trabajo favorable para la sociedad en su conjunto. En Venezuela, estas instituciones perdieron su norte. Nuestra lucha es y ser¨¢ por y para recuperarlas y as¨ª reedificar a la naci¨®n. Puede que existan sectores pol¨ªticos con ideas distintas, pero pese a las diferencias, la salida a esta crisis debe ser democr¨¢tica y electoral. Por eso debemos recordar que en el pasado obtuvimos grandes resultados a pesar de la desventaja, porque fuimos una amplia mayor¨ªa clamando un cambio. Es cierto que a¨²n necesitamos otras condiciones para lograr alcanzar los m¨ªnimos est¨¢ndares de calidad electoral para que podamos votar libremente, pero lo esencial siempre ha sido que la participaci¨®n de todos sea impulsada desde todos los espacios, y lograr que el deseo de un pueblo decidido a escoger su destino se concrete, porque solo nosotros podemos cambiar nuestra realidad.

No podemos esperar por soluciones m¨¢gicas e inmediatas que no van a llegar a materializarse. Los venezolanos merecemos la oportunidad de elegir. Cada uno de los venezolanos tiene derecho a vivir sin miedo, a pensar distinto y a tener oportunidades reales que nos ofrezcan un futuro diferente.

Somos dem¨®cratas, somos civiles, no actuamos por la fuerza. La mejor ruta de acci¨®n que podemos implementar es aquella que nos permita llegar a consensos para solucionar los problemas que hoy impactan a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Los distintos actores pol¨ªticos del pa¨ªs debemos entendernos en un juego democr¨¢tico y que sea la gente quien escoja, con su voto, el camino a recorrer. No olvidemos que por culpa de quienes se han querido imponer por la fuerza y se han atornillado al poder, padecemos la peor crisis en nuestra historia. Podemos y debemos hacerlo diferente, siempre guiados por nuestros valores democr¨¢ticos.

El rol de la sociedad civil en este proceso ha sido clave. Han trabajado incansablemente para lograr los objetivos dejando de ser observadores para ser protagonistas, asumiendo su responsabilidad ciudadana de cara a transformar la realidad. Respaldamos su labor, su iniciativa y tambi¨¦n su civismo. A pesar de las amenazas que sufren a manos del r¨¦gimen, han dicho presente y han asumido su papel c¨ªvico.

Es cierto que solo con la sociedad civil y la conformaci¨®n de un nuevo Consejo Nacional Electoral no son las ¨²nicas condiciones necesarias para un correcto proceso democr¨¢tico, a¨²n falta mucho para que se respete en pleno lo establecido por la Constituci¨®n: revisar la situaci¨®n de los inhabilitados, las tarjetas, los presos pol¨ªticos y la persecuci¨®n a los medios de comunicaci¨®n, pero este es un buen inicio, vamos por buen camino para alcanzar las metas que nos hemos trazado.

Este es un primer paso para la reunificaci¨®n y organizaci¨®n, es la esperanza de volver a confiar en que si nos movilizamos y participamos, podemos dejar atr¨¢s esta tragedia que padecemos. Quedarse de brazos cruzados no nos sacar¨¢ del letargo en el que nos han sumergido. El cambio que anhelamos no suceder¨¢ si no actuamos.

Las soluciones que aspiramos est¨¢n apegadas a la Constituci¨®n con el firme prop¨®sito de reconstruir a Venezuela y hacerla un pa¨ªs democr¨¢tico, de progreso y con instituciones fuertes al servicio de todos. Este pueblo clama por un cambio de modelo, de libertades y de derechos para todos. Unidos podemos alcanzar nuestra meta. Estamos cada vez m¨¢s cerca de lograrlo.

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