Horizontes ideol¨®gicos del PSOE
Es posible que el apoyo de las rentas m¨¢s bajas al Partido Socialista est¨¦ en peligro en los pr¨®ximos a?os
En un reciente art¨ªculo acad¨¦mico, los polit¨®logos Tarik Abou-Chadi y Simon Hix cuestionan la famosa hip¨®tesis de Thomas Piketty sobre la izquierda brahm¨¢n. Piketty afirma que los partidos de izquierda reciben cada vez m¨¢s el apoyo de ¨¦lites con altos estudios y cada vez menos el de las clases bajas. Pero esta tendencia no se da en Espa?a. El PSOE, en las ¨²ltimas elecciones generales (noviembre de 2019), arra...
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En un reciente art¨ªculo acad¨¦mico, los polit¨®logos Tarik Abou-Chadi y Simon Hix cuestionan la famosa hip¨®tesis de Thomas Piketty sobre la izquierda brahm¨¢n. Piketty afirma que los partidos de izquierda reciben cada vez m¨¢s el apoyo de ¨¦lites con altos estudios y cada vez menos el de las clases bajas. Pero esta tendencia no se da en Espa?a. El PSOE, en las ¨²ltimas elecciones generales (noviembre de 2019), arras¨® entre las rentas m¨¢s bajas (en el 1% m¨¢s pobre obtiene m¨¢s del 45% de los votos).
Es posible que ese apoyo est¨¦ en peligro en los pr¨®ximos a?os. En primer lugar porque, como ha se?alado el polit¨®logo Paul Collier, las clases bajas se identifican m¨¢s con la naci¨®n que las clases medias profesionales y las clases altas: el trabajador liberal con estudios superiores construye su identidad en torno a su empleo; el trabajador manual precario, en cambio, no construye una identidad con su trabajo, as¨ª que recurre a la bandera. La hip¨®tesis de un castigo al PSOE por su cercan¨ªa con el nacionalismo siempre estar¨¢ ah¨ª mientras el partido dependa de los partidos independentistas.
En segundo lugar, el PSOE recoge votos de la clase baja, pero se presenta como izquierda brahm¨¢n: una especie de tecnocracia social, un partido m¨¢s socioliberal que socialdem¨®crata que habla de resiliencia, digitalizaci¨®n, sostenibilidad. No son los valores de su electorado de clase baja. Por eso necesita combinar esto con guerra cultural ideol¨®gica: que viene el fascismo. Pero gritar que viene el lobo acaba perdiendo su efecto.
A pesar de lo que se?alan algunos en la derecha, la coalici¨®n de Gobierno no es socialcomunismo, sino una socialdemocracia liberal ortodoxa (un amigo denomina al PSOE ¡°statu quo + d¨¦ficit¡±). Esto en el medio plazo puede hacerle perder el apoyo de la clase trabajadora, especialmente si se aplican algunas de las medidas fiscales regresivas que el Gobierno ha prometido (peajes, impuestos al di¨¦sel, impuestos verdes). El planteamiento que se ha hecho de los fondos europeos (redistribuci¨®n hacia arriba favoreciendo a las grandes empresas) tendr¨¢ ganadores y perdedores. Y buena parte de esos perdedores son votantes del PSOE.
En tercer lugar, est¨¢ la hip¨®tesis de la derecha social. Vox todav¨ªa no ha conseguido proletarizarse, pero lo intenta y ha tenido ¨¦xito en territorios pobres en Murcia y Andaluc¨ªa. Si Vox se desprende de su ala aristocr¨¢tica y se aferra a su perfil m¨¢s falangista (alrededor del sindicato Solidaridad y el eurodiputado Jorge Buxad¨¦), quiz¨¢ ara?e votos a la izquierda en entornos rurales y de clase baja. Y el PP obtiene sus mejores resultados en rentas altas, pero tambi¨¦n tiene mucho apoyo en rentas bajas y medias (entre los que ganan 18.000 euros al a?o, el sueldo m¨¢s com¨²n en Espa?a, obtiene un apoyo casi igual que el PSOE) y gran implantaci¨®n rural. Si la derecha consiguiera convencer al electorado de que el PSOE es el statu quo elitista, un partido de consultores y asesores, alejado de los problemas reales, podr¨ªa hacerle da?o.