Granja animal
Entre las ¨²ltimas chorradas del Gobierno de Boris Johnson est¨¢ el proyecto de ley que reconoce capacidad de sentimiento a las que pronto se prohibir¨¢ llamar bestias
La naturaleza sin animales es incomprensible, y nosotros sin ellos ser¨ªamos poca cosa; lo creo y no he tenido nunca en mi vida m¨¢s que un periquito hablador en una jaula, aunque he escrito sobre el reino animal escenas de novela y una eleg¨ªa f¨²nebre a un chucho. Uno de mis mejores amigos se llama Trotski y es un husky siberiano que vive en tierras calientes. Pascal dijo que ¡°ning¨²n animal admira a otro animal¡±. ?Y a los humanos? ?Es admiraci¨®n lo que nos tienen o amor perdurable? Depende, claro, de cada especie y raza, de cada hogar, del buen o mal talante de cada propietario. Entre las ¨²ltimas chorradas del Gobierno de Boris Johnson est¨¢ el proyecto de ley que reconoce capacidad de sentimiento a las que pronto se prohibir¨¢ llamar bestias. Con ese motivo me entero de que tambi¨¦n en Espa?a se quiere modificar el C¨®digo Civil para que los animales dejen de ser tenidos por objetos, haciendo adem¨¢s que los divorciados con mascota ganancial lleven a los tribunales la custodia del gato hu¨¦rfano de una u otra mano acariciadora. Me parece una buen¨ªsima iniciativa cualquier medida que proteja a los animales del abandono y el maltrato, y les asegure, en las casas como en las granjas o cuadras, la higiene, la atenci¨®n, el acomodo e incluso, por qu¨¦ no a ellos tambi¨¦n, el privilegio de la comida gourmet; me he visto sorprendido en los supermercados por su gran variedad, destacando un ¡°pienso vegano para perros adultos¡±, aunque es dif¨ªcil saber si la dieta vegana la quiso el animal o la impuso su due?o. El paquete grande de esta delicatessen zool¨®gica estaba a 85 euros, pero los hab¨ªa m¨¢s asequibles. ?Y los millones de seres que pasan hambre en el mundo? Qu¨¦ t¨®pico, ?verdad? Se me llamar¨¢ demagogo, o algo peor, ?criminal?, si a?ado que me gusta la pata negra y de vez en cuando saboreo un besugo, que tiene en su cabeza ojos a cada lado, como los m¨ªos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.