Ceuta y Melilla, fronteras de Europa
Los lectores opinan sobre la inmigraci¨®n, el indulto a los pol¨ªticos independentistas catalanes, la ocupaci¨®n de viviendas, la sanidad p¨²blica y sobre la marcha de Zinedine Zidane
Hablar de lucha contra la inmigraci¨®n, aunque se le a?ada el calificativo de ilegal, contribuye a mantener el falso imaginario colectivo que ve la diversidad humana como un riesgo para las identidades nacionales y europea; por tanto, legitima la vinculaci¨®n de inmigraci¨®n e inseguridad colectiva, idea perversa, pero recurrente, sobre todo en tiempos de crisis econ¨®mica y de empleo como los actuales. En el mejor de los casos identifica a las personas desplazadas como gentes ajenas al modelo de convivencia y ciudadan¨ªa consolidado, y, por tanto, como una carga para el precario Estado de bienestar que nos queda. Olvidamos que los emigrantes dejan su pa¨ªs en busca de una dignidad personal que all¨ª no van a conseguir y que aqu¨ª les negamos sistem¨¢ticamente, creyendo que si mejoran su suerte es a nuestra costa y no por el esfuerzo extraordinario que asumen desde que decidieron partir.
Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid
Simpleza
Resulta llamativa la ligereza con que el presidente del Gobierno ha sacado a escena el tema del indulto, con su insistencia en la ¡°venganza¡± y la ¡°revancha¡±, corregido posteriormente con su ¨¦nfasis en la ¡°concordia¡±. Igual endeblez se deriva de las posiciones expresadas por su vicepresidenta y su ministra portavoz. Cierto que en su origen esta fue una cuesti¨®n pol¨ªtica que debi¨® resolverse como tal, pero que pas¨® al campo jur¨ªdico cuando los independistas, temerariamente, cruzaron el l¨ªmite de la legalidad. Como ciudadano demando madurez, seriedad, rigor y transparencia en la obligada y necesaria explicaci¨®n de esta postura, de apariencia tacticista, para su entendimiento por todos, m¨¢xime cuando sus supuestas ventajas han sido ya descontadas por la otra parte.
Jes¨²s ?lava Fern¨¢ndez. Madrid
Sobre la ocupaci¨®n de viviendas
Cuando se cambian los tornos de un problema, como el desahucio, podemos llegar a creer que la culpabilidad la tienen los propietarios o incluso quienes deben hacer cumplir las leyes. Estamos hablando de una ocupaci¨®n de un piso, edificio o casa por propia voluntad y sin existir ning¨²n contrato. La CUP ha hecho presencia en la manifestaci¨®n del ¨²ltimo desahucio en Barcelona. Es casi vergonzoso para los ciudadanos de esta ciudad que hagan pol¨ªtica f¨¢cil con la ocupaci¨®n de pisos. No es un problema de necesidad, es muchas veces un sistema de vida. Si la CUP quiere cargar con ¨¦l, deber¨ªa administrar pisos o incluso tenerlos en propiedad para quienes quieran ocuparlos sin pagar. Pero en este caso estoy segura de que el problema no existir¨ªa porque no ir¨ªan a vivir en ellos.
Cristina Casals Mass¨®. Esplugues de Llobregat (Barcelona)
Hay que proteger la atenci¨®n primaria
Si a la mala situaci¨®n actual de la atenci¨®n primaria en Madrid con los servicios de urgencias cerrados, dificultad para contactar con el m¨¦dico de familia, escasez de personal por las malas condiciones laborales ofertadas, etc¨¦tera, se a?ade el cierre de decenas de centros de salud que se propone efectuar la Consejer¨ªa de Sanidad, parece claro que el objetivo es provocar un deterioro programado de la primaria, para posteriormente ¡°salvarla¡± mediante su privatizaci¨®n. De esta manera, se iniciar¨ªa el camino para conseguir lo que los jueces impidieron hace a?os en la Comunidad de Madrid, la privatizaci¨®n de la Sanidad.
Carlos Garc¨ªa Aguado. Madrid
El adi¨®s de Zidane
Despu¨¦s de unos d¨ªas para pensar en su futuro, su renuncia a seguir en el Madrid se ha producido esta semana, pese a tener contrato hasta 2022 y el visto bueno del propio Florentino P¨¦rez. Con todo, quisiera destacar la suma elegancia del t¨¦cnico al querer comunicar la noticia a la vez tanto a la plantilla como a la directiva. Un aut¨¦ntico acto de se?or¨ªo y de saber hacer del que ha sido uno de los m¨¢s grandes y prol¨ªficos entrenadores del Real Madrid. Se le echar¨¢ de menos.
Mart¨ª Mancilla Muntada. Granollers (Barcelona)
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