?Y si vuelven a hacerlo?

No bastan las declaraciones. Ni siquiera el cambio de Gobierno. Cuentan las instituciones, la regla de juego, el sistema. La garant¨ªa de que no regresaremos a las andadas no depende de las voluntades pol¨ªticas y ni siquiera de los compromisos adoptados p¨²blicamente. De poco valen las decisiones de un Gobierno que la oposici¨®n considera ileg¨ªtimo, revocables en cuanto cambien las tornas.
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No bastan las declaraciones. Ni siquiera el cambio de Gobierno. Cuentan las instituciones, la regla de juego, el sistema. La garant¨ªa de que no regresaremos a las andadas no depende de las voluntades pol¨ªticas y ni siquiera de los compromisos adoptados p¨²blicamente. De poco valen las decisiones de un Gobierno que la oposici¨®n considera ileg¨ªtimo, revocables en cuanto cambien las tornas.

Crisis pol¨ªticas como la que atravesamos afectan a todos los niveles de gobierno e incluso al orden internacional. Son inequ¨ªvocas las declaraciones de Joe Biden, una correcci¨®n a la totalidad de su mendaz predecesor. Tambi¨¦n la calidad de la nueva Administraci¨®n: profesionalidad, multilateralismo, diversidad¡­ Al igual que el torrente de decisiones para regresar a las instituciones y pactos internacionales, frenar la pandemia, salvar las econom¨ªas dom¨¦sticas, recuperar el crecimiento, o la m¨¢s revolucionaria y ejemplar, la tasaci¨®n global a los beneficios empresariales.

Es el primer paso, imprescindible para sacar del pozo al que Trump hab¨ªa tirado la diplomacia y el orden internacional. Joe Biden lo rubricar¨¢ en su primera gira internacional a partir de hoy, en la que renovar¨¢ el compromiso de la Casa Blanca con el G-7, la OTAN y la Uni¨®n Europea, todo lo que hab¨ªa despreciado y humillado Trump, complaciente con Putin y Bin Salman. Es m¨¢s dif¨ªcil el paso siguiente. Lo detecta la encuesta paneuropea del European Council on Foreign Relations (ECFR) publicada ayer: ¡°La desconfianza no es ¨²nicamente hacia Trump como persona, sino ante todo hacia el sistema pol¨ªtico que hizo posible su elecci¨®n y que puede llevar a otro l¨ªder trumpista, o al mismo Trump, a la Casa Blanca dentro de cuatro a?os¡±.

Una uni¨®n de democracias enfrentadas a Rusia y China de poco servir¨ªa si quien lo patrocina no puede asegurar la persistencia y ejemplaridad de su sistema democr¨¢tico. La encuesta del ECFR se?ala que los europeos ¡°son esc¨¦pticos respecto a la restauraci¨®n del liderazgo de EE UU y creen que no debe regresarse al mundo occidental de la Guerra Fr¨ªa¡±. Abona este escepticismo el ¨²nico punto de consenso entre dem¨®cratas y republicanos, que es la rivalidad bipolar con China. Sin garant¨ªas de que no habr¨¢ m¨¢s trumpismo, ser¨¢ dif¨ªcil que Europa compre entera esta propuesta.

El paso decisivo no depende, por tanto, de Biden, sino del Partido Republicano, tomado por el trumpismo y concentrado en evitar una victoria dem¨®crata en las elecciones de mitad de mandato de 2022, mediante la limitaci¨®n del derecho de voto a las minor¨ªas en los Estados, el boicot a los intentos legislativos federales para garantizarlo y la obstrucci¨®n de la investigaci¨®n del asalto al Capitolio. Washington recuperar¨¢ la plena confianza europea si vence en la batalla democr¨¢tica m¨¢s elemental en defensa del derecho de voto y consigue que la alternativa de gobierno no sea un partido que se propone destruir el sistema.