Dem¨®crata
Las actitudes intolerantes de la espa?ol¨ªsima gente de bien son consustanciales a su ideolog¨ªa. Conmigo o contra m¨ª.
A m¨ª me gustar¨ªa saber cu¨¢ndo me va a tocar ser dem¨®crata. Tambi¨¦n siento curiosidad por enterarme de cu¨¢ndo ser¨¦ ¡°gente de bien¡±. Estoy pendiente de que se sorteen estos atributos igual que se repart¨ªan los papeles en el pueblo de Amanece que no es poco: escritores, guardiaciviles faulknerianos, esposas ad¨²lteras que par¨ªan gemelos a los tres minutos de copular con su amante y hortelanas impacientes que sacaban, como cebollinos, a hombres inmaduros de la tierra dej¨¢ndolos cojitos pa toa la vida, todos, todas, contingentes, menos el alcalde que era necesario. Me postulo como dem¨®crata para el trimestre pr¨®ximo con el permiso de constitucionalistas de ¨²ltima hora, y manifestantes de plaza de Col¨®n con bandera adherida a alguna parte de su indumentaria. Quiero que me toque pronto ser dem¨®crata porque, durante demasiados a?os, a quienes denunci¨¢bamos torturas en un estado de derecho, admir¨¢bamos a las hijas de Ernest Lluch por pedir di¨¢logo tras el asesinato de su padre, nos rebel¨¢bamos frente al cierre del diario Egunkaria como atentado contra la libertad de expresi¨®n o pag¨¢bamos la cuota de un sindicato de clase, nos han llamado de todo. Quiero dejar de ser una destructora de Espa?a.
Ahora con el magn¨ªfico gesto pol¨ªtico de Oriol Junqueras, dem¨®cratas que lo eran antes de la invenci¨®n de la democracia por su defensa de la libertad de hacer de su capa un sayo, se colocan la venda sobre la herida antes de tiempo y prev¨¦n, en plan Minority Report, que Junqueras la va a volver a liar. Se usa una l¨®gica parecida a la de encerrar preventivamente a los menas que van a delinquir s¨ª o s¨ª ¡ªsi lo sabr¨¦ yo que reivindico mi derecho a ser xenofobodem¨®crata y gilipollas. Que nadie me robe mi libertad, leche¡ª. Rechazan los indultos con la judeocristiana excusa de pedir un perd¨®n innecesario y se adelantan a futuros delitos: los malhechores deber¨ªan pudrirse en la c¨¢rcel por sus blasfemias territoriales dando cerrojazo a la posibilidad de discrepar, hacer pol¨ªtica, cambiar leyes, avanzar¡ Cuando se pide respeto por las personas que votan a Vox o al PP, se olvida que otras personas votan a Esquerra Republicana de Catalunya. Las actitudes intolerantes de la espa?ol¨ªsima gente de bien son consustanciales a su ideolog¨ªa. Conmigo o contra m¨ª. En la Asamblea de Madrid Vox veta un minuto de silencio por un asesinato machista. Amenazas de muerte a la dramaturga Pamela Palenciano. O¨¦, o¨¦, o¨¦, trapos sucios que se lavan en casa y negocietes de cargos p¨²blicos conchabados con comisarios esp¨ªas que corroboran el dicho de que la realidad supera la ficci¨®n. Hoy la democracia m¨¢s que nunca ha de basarse en la renuncia a las unilateralidades y en el di¨¢logo, pero no como si el di¨¢logo se pareciese a montar en bicicleta o fuese un tic. En democracia tambi¨¦n importan saberes y valores que convierten el di¨¢logo mismo en concepto sacralizado. Por eso, hay que saber con qui¨¦n se habla. Tenemos una historia que no es una historia cualquiera y vivimos en un pa¨ªs en el que la libertad ideol¨®gica se esgrime como argumento para perpetuar el ideario franquista y sus fundaciones, mientras quienes hacen sarcasmos a costa del Cristo del Gran poder o la monarqu¨ªa sufren serios problemas judiciales. Pues lo dicho: a ver cu¨¢ndo en la hisp¨¢nica met¨¢fora de Amanece que no es poco nos toca ser dem¨®cratas a quienes somos dem¨®cratas.
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