Inaceptables se?alamientos por parte de Vox
El mensaje contra el editor de la revista ¡®El jueves¡¯ representa una grave escalada en una praxis peligrosa
El se?alamiento por parte de Vox del editor de la revista El jueves constituye un paso inaceptable en la escalada del partido ultraderechista de marcar, estigmatizar e incluso amenazar a quienes considera objetivos o enemigos. Desde su cuenta oficial en Twitter, Vox puso nombre, apellidos y hasta direcci¨®n a quien considera responsable de difundir odio contra su formaci¨®n desde las p¨¢ginas de la revista y le lleg¨® a advertir de las consecuencias: ¡°Es posible que muchos le empiecen a exigir responsabilidades cuando le vean salir de su ...
El se?alamiento por parte de Vox del editor de la revista El jueves constituye un paso inaceptable en la escalada del partido ultraderechista de marcar, estigmatizar e incluso amenazar a quienes considera objetivos o enemigos. Desde su cuenta oficial en Twitter, Vox puso nombre, apellidos y hasta direcci¨®n a quien considera responsable de difundir odio contra su formaci¨®n desde las p¨¢ginas de la revista y le lleg¨® a advertir de las consecuencias: ¡°Es posible que muchos le empiecen a exigir responsabilidades cuando le vean salir de su despacho en la Diagonal de Barcelona¡±, asegura Vox en su tuit tras la publicaci¨®n de unas vi?etas cr¨ªticas en la revista sat¨ªrica.
El nuevo episodio se enmarca en una tendencia generalizada a fomentar los peores instintos entre los votantes por parte de quien constituye la tercera fuerza parlamentaria en el Congreso, que est¨¢ presente en numerosas asambleas regionales y ayuntamientos y que ha tenido como objetivos especialmente a los menores extranjeros no acompa?ados y a los inmigrantes sin papeles. En este contexto, la Audiencia Provincial de Madrid desestim¨® el lunes un recurso de la Fiscal¨ªa contra el cartel en el que Vox se?ala a estos menores ¡ªcon datos tergiversados y con una representaci¨®n burdamente negativa¡ª como un riesgo y una amenaza a las cuentas p¨²blicas. La decisi¨®n tiene argumentos de peso y, como es evidente en un Estado de derecho, debe ser respetada. Ello no impide que causen perplejidad algunos razonamientos de la misma, como cuando el tribunal decide considerar en su escrito que, ¡°con independencia de si las cifras [del cartel] que se ofrecen son o no veraces¡±, esos menores ¡ªmenos de 300 en toda la Comunidad de Madrid¡ª ¡°representan un evidente problema social y pol¨ªtico¡±. Pero, sobre todo, no impide ver que la intenci¨®n de Vox es se?alar, en este caso a un colectivo, con datos manipulados y usando la imagen de un encapuchado.
Estas actuaciones no son neutras en la sociedad. Tienden a tener consecuencias. La democracia garantiza derechos y libertades. Obviamente estos tienen l¨ªmites que deben ser respetados. La andadura de Vox exhibe un creciente se?alamiento de colectivos por cuestiones de nacimiento, por la identidad sexual y, en este ¨²ltimo episodio, por su opini¨®n. Una ret¨®rica demasiadas veces vista en Europa con un resultado polarizador, crispador y divisorio, cuando no directamente relacionado con la violencia vinculada a la intolerancia. Al igual que han hecho las fuerzas pol¨ªticas del centro y la derecha en pa¨ªses europeos, toda la sociedad democr¨¢tica debe cerrar filas contra las amenazas, contra los turbios instintos y el peligro que se encierra bajo estos episodios crecientes de se?alamiento.