El futuro ya est¨¢ aqu¨ª
La pandemia ha sido muchas cosas, pero tambi¨¦n un ejemplo de solidaridad intergeneracional
Hay una guerra entre los que dicen que hay una guerra y los que dicen que no la hay, dec¨ªa Leonard Cohen, que unos a?os m¨¢s tarde advert¨ªa: He visto el futuro y es un crimen. Hablamos del pasado no para conocerlo mejor, sino para se?alar una falla existencial en nuestros adversarios y transferimos la soluci¨®n de los problemas del presente a las generaciones posteriores. Ocurre con la crisis y la deuda, y tambi¨¦n con las pensiones: a nadie le gusta afrontar los hechos desagradables y resulta m¨¢...
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Hay una guerra entre los que dicen que hay una guerra y los que dicen que no la hay, dec¨ªa Leonard Cohen, que unos a?os m¨¢s tarde advert¨ªa: He visto el futuro y es un crimen. Hablamos del pasado no para conocerlo mejor, sino para se?alar una falla existencial en nuestros adversarios y transferimos la soluci¨®n de los problemas del presente a las generaciones posteriores. Ocurre con la crisis y la deuda, y tambi¨¦n con las pensiones: a nadie le gusta afrontar los hechos desagradables y resulta m¨¢s sencillo posponer la respuesta y disimular.
La pandemia ha tenido algo de intensificador y acelerador: ha potenciado algunas de esas tensiones, ha hecho que las que hab¨ªa se volvieran m¨¢s visibles. Seg¨²n el Informe Juventud en Espa?a 2020, ha profundizado los problemas laborales e incrementado la desigualdad educativa, en uno de los pa¨ªses europeos donde la gente se emancipa m¨¢s tarde. El envejecimiento de la poblaci¨®n y el menor peso relativo de los j¨®venes ayudan a que sus preocupaciones sean menos escuchadas. Diez a?os despu¨¦s del 15-M, los j¨®venes est¨¢n peor en t¨¦rminos de precariedad laboral, acceso a la vivienda o riesgo de pobreza.
La pandemia ha sido muchas cosas, pero tambi¨¦n un ejemplo de solidaridad intergeneracional. Los j¨®venes, que corr¨ªan menos riesgo, aceptaron grandes restricciones en parte para proteger a sus seres queridos. Los m¨¢s j¨®venes, los ni?os, soportaron las condiciones m¨¢s duras del confinamiento: el b¨¢rbaro encierro de seis semanas (una de las cosas peor gestionadas en nuestro pa¨ªs fue eso; una de las mejores ha sido el curso escolar). Es cierto que tienen cosas irritantes: la principal es que son m¨¢s j¨®venes que nosotros. Pero parece injusto el martilleo moralizante que pretende culpabilizarlos por el aumento de la transmisi¨®n, con el reflejo autoritario e hist¨¦rico que la crisis ha despertado en muchas personas y Administraciones.
Esas tensiones anticipan una mayor: el cambio clim¨¢tico y las condiciones de vida de generaciones venideras. La responsabilidad de los mayores y el resentimiento de los j¨®venes son centrales en El Muro (Anagrama), la novela de John Lanchester, y en Un planeta diferente, un mundo nuevo (Deusto), el inteligente y pedag¨®gico ensayo de Isidoro Tapia sobre el cambio clim¨¢tico: ¡°Las miradas se dirigen al futuro, pero suelen pasar por alto lo m¨¢s pr¨®ximo. Sin embargo, muchas de las claves futuras se encuentran ya entre nosotros¡±. @gascondaniel