Se despide Leonard Cohen, poeta y susurrador
Hoy se publica ¡®Thanks For The Dance¡¯, con las ¨²ltimas grabaciones del cantautor canadiense
Cuenta Adam Cohen que su padre Leonard (Westmount, 1934-Los ?ngeles, 2016) nunca dej¨® de trabajar. En los ¨²ltimos meses, rog¨® respetuosamente a sus conocidos que no le molestaran y dedic¨® sus escasas energ¨ªas a intentar ordenar lo que se convertir¨ªa en su libro p¨®stumo (La llama,Salamandra, 2018) y tambi¨¦n a esbozar canciones. Conserv¨® sus rituales: insist¨ªa en vestirse con traje y sombrero si ten¨ªa alg¨²n compromiso. Obligado a utilizar una silla ortop¨¦dica, no quer¨ªa que los extra?os le vieran sentado frente al micr¨®fono en el estudio casero instalado en su sala de estar.
Aquejado de leucemia, con las v¨¦rtebras destrozadas, enga?aba al dolor con cannabis medicinal. Apenas pod¨ªa cantar pero susurraba majestuosamente con su voz cavernosa, asumiendo que su hijo terminar¨ªa desarrollando la vestimenta musical. No pudo concluir todo lo que estaba preparando: Listen To The Hummingbird, una de dos miniaturas incluidas en el disco Thanks For The Dance (Sony), se grab¨® casualmente, una ocurrencia durante la rueda de prensa para presentar el anterior ¨¢lbum, You Want It Darker.
Recuper¨® una canci¨®n ya previamente registrada por su compa?era Anjani Thomas en 2006, Thanks For The Dance, que conten¨ªa dolorosas confesiones de pareja: ¡°Y el beb¨¦ que llevabas / fue casi un ni?o o una ni?a¡±. Ya se conoc¨ªa Happens To The Heart como poema, en el inicio de La llama. Otras pueden tener una g¨¦nesis m¨¢s reciente: Moving On parece dedicada a Marianne Ilhen, su novia noruega durante los a?os en la isla de Hidra, que muri¨® en 2016, tres meses antes que Leonard. No se deja llevar por la melancol¨ªa, aunque su balance final no le parezca positivo: ¡°Estoy casi vivo / estoy casi en casa. / Nadie a quien seguir / y nada que ense?ar / excepto que el objetivo/ est¨¢ fuera del alcance¡± (The Goal).
Tras el fallecimiento de su progenitor, Adam se sinti¨® paralizado al revisar las grabaciones: tem¨ªa que se pensara que estaba reba?ando el fondo de los cajones. Consult¨® a amigos productores y le aseguraron que, m¨¢s que correcto, era necesario rematar la tarea; Beck y Daniel Lanois incluso participaron como instrumentistas en las sesiones, junto a miembros de Arcade Fire o The National. Todo se ha hecho con respeto: hasta la envoltura, negra con letras doradas, rompe con la tradici¨®n de portadas horribles que caracteriz¨® la ¨²ltima d¨¦cada de Leonard. Para la edici¨®n espa?ola, se ha sumado un cuadernillo con la traducci¨®n de las letras, realizada por su devoto amigo Alberto Manzano.
En su primera parte, Thanks For The Dance se revela como un disco muy espa?ol. El la¨²d de Javier Mas trae aromas mediterr¨¢neos; tambi¨¦n est¨¢ presente como corista S¨ªlvia P¨¦rez Cruz. Suenan palmas (que se pretenden) flamencas en The Night Of Santiago, que ¡ªaunque no se indique en cr¨¦ditos¡ª resulta ser una adaptaci¨®n libre del er¨®tico La casada infiel, del Romancero gitano de su querido Federico Garc¨ªa Lorca. Con cambios significativos: aqu¨ª desaparece el machismo del gitano, que al final recriminaba a la casada su entrega con el regalo, a modo de pago, de ¡°un costurero grande de raso pajizo¡±. De hecho, Cohen marca distancias, quiz¨¢s con el protagonista del romance original, quiz¨¢s con el oyente: ¡°T¨² naciste para juzgar al mundo / disculpa, pero yo no¡±.
Tuvo suerte al marcharse en 2016. Se libr¨® de la persecuci¨®n que hoy se aplica a los casanovas del siglo XX. Ahora hay qui¨¦n quiere juzgar a Cohen como depredador sexual. Hasta se le recrimina por no repartir las royalties con ¡°las musas¡± que le inspiraron las canciones. Lo cual plantea pintorescas hip¨®tesis.
Por ejemplo, Kelley Lynch, la manager que se puli¨® casi todo el dinero que Leonard hab¨ªa reservado para su jubilaci¨®n, podr¨ªa argumentar que merec¨ªa un porcentaje por empujarle a su etapa m¨¢s exitosa. En vez de retirarse, como era su voluntad, Cohen se vio obligado a retomar las giras en 2008, conquistando a un nuevo p¨²blico con conciertos extensos. De rebote, nacieron cuatro colecciones de canciones nuevas y varias grabaciones en directo. Lynch, que se libr¨® de las acusaciones de desfalco, termin¨® luego encarcelada por acoso, tras dedicarse a perseguir a su antiguo representado. Dec¨ªa Cohen que los malentendidos entre hombres y mujeres pueden desembocar en tragedia pero, con mayor frecuencia, se quedan en farsa.
Babelia
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