Peligrosa desescalada de Boris Johnson
El levantamiento de las restricciones en el Reino Unido entra?a serios riesgos
En una decisi¨®n muy contestada y no exenta de riesgo, el Reino Unido ha decidido levantar las restricciones decretadas para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Ya no es preciso utilizar mascarillas y tampoco hay limitaciones a la interacci¨®n social. El Gobierno de Boris Johnson considera que, con la campa?a de vacunaci¨®n muy avanzada, ...
En una decisi¨®n muy contestada y no exenta de riesgo, el Reino Unido ha decidido levantar las restricciones decretadas para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Ya no es preciso utilizar mascarillas y tampoco hay limitaciones a la interacci¨®n social. El Gobierno de Boris Johnson considera que, con la campa?a de vacunaci¨®n muy avanzada, es la hora de levantar las restricciones. Pero la decisi¨®n se produce en plena escalada, con unos 40.000 contagios diarios y la previsi¨®n de que puedan llegar a 200.000 en agosto. El propio Gobierno espera que la incidencia aumente hasta m¨¢s de 1.000 ingresos y 100 muertes diarias. Adem¨¢s, la necesidad de aislar a los contagiados complicar¨¢ seriamente la actividad laboral presencial. Se trata, pues, de una decisi¨®n muy discutible, que puede tener consecuencias tanto dentro como fuera del Reino Unido.
Es cierto que la situaci¨®n es radicalmente distinta de las primeras oleadas. La alta tasa de vacunaci¨®n hace que las hospitalizaciones y la mortalidad sean muy inferiores. Pero no han desaparecido. Esta mejora puede justificar un alivio en el tipo y la intensidad de las restricciones, pero no la supresi¨®n total, pues el virus sigue circulando. El 87,9% de los adultos ha recibido una dosis, pero en el caso de la variante delta es sabido que una sola dosis es menos eficaz. Lo que cuenta es la pauta completa y esta solo la han recibido el 68% de los adultos, porcentaje que se reduce al 54% de la poblaci¨®n si se cuenta tambi¨¦n a los menores de 18 a?os.
En estas condiciones, resulta temerario levantar las restricciones y hacerlo adem¨¢s con un discurso en el que peligrosamente se antepone la libertad a la responsabilidad. Referirse a este lunes como el D¨ªa de la Libertad legitima las protestas de los negacionistas y le permite presentarse como una especie de libertador, cuando en realidad, como advirtieron 1.200 cient¨ªficos en una carta publicada en The Lancet, ¡°el Gobierno se est¨¢ embarcando en un experimento peligroso y falto de ¨¦tica¡± que dar¨¢ oportunidad al virus de generar variantes resistentes a las vacunas y tendr¨¢ repercusiones sobre otros pa¨ªses.
Ya al principio de la pandemia Boris Johnson defendi¨® la tesis de dejar circular el virus para alcanzar la inmunidad de grupo. Tuvo que rectificar y ello retras¨® la adopci¨®n de medidas. Ahora parece abonar el mismo planteamiento y, aunque la vacunaci¨®n puede mitigar los efectos, no ser¨¢ una decisi¨®n inocua. Aunque los afectados sean m¨¢s j¨®venes, el riesgo de enfermedad grave y muerte no desaparece, como tampoco el de sufrir covid persistente, una secuela cr¨®nica que afecta incluso a personas asintom¨¢ticas. A la larga, mantener ciertas restricciones no da?a tanto la econom¨ªa como permitir que el virus circule y, por tanto, aumente el riesgo para la salud y el absentismo laboral.