Esfuerzo de todos
La vacunaci¨®n debe recuperar el buen ritmo que ha situado a Espa?a a la cabeza
Espa?a se ha situado entre los cinco pa¨ªses con mejor tasa de vacunaci¨®n del mundo y es el segundo en el entorno occidental, solo por debajo de Portugal. Tanto Israel como Reino Unido y Estados Unidos, que arrancaron con cifras formidables y que pronto exhibieron sus avances frente a pa¨ªses mucho m¨¢s rezagados, han quedado por detr¨¢s de la cota del 65,5% de poblaci¨®n que ya tiene la pauta completa en Espa?a. La capacidad econ¨®mica y una buena organizaci¨®n de la adquisici¨®n por parte de la UE, por un lado, y la gesti¨®n ...
Espa?a se ha situado entre los cinco pa¨ªses con mejor tasa de vacunaci¨®n del mundo y es el segundo en el entorno occidental, solo por debajo de Portugal. Tanto Israel como Reino Unido y Estados Unidos, que arrancaron con cifras formidables y que pronto exhibieron sus avances frente a pa¨ªses mucho m¨¢s rezagados, han quedado por detr¨¢s de la cota del 65,5% de poblaci¨®n que ya tiene la pauta completa en Espa?a. La capacidad econ¨®mica y una buena organizaci¨®n de la adquisici¨®n por parte de la UE, por un lado, y la gesti¨®n por parte del Gobierno y las comunidades aut¨®nomas, por otro, han sido decisivas. Pero tambi¨¦n ha tenido un papel relevante una poblaci¨®n ¨¢gil, abierta a la innovaci¨®n cient¨ªfica que ha supuesto la consecuci¨®n de las vacunas y que se aline¨® en masa para cumplir el objetivo de la inmunidad grupal. La resistencia a vacunarse de importantes grupos de poblaci¨®n en esos pa¨ªses que empezaron mejor, o en otros vecinos europeos m¨¢s remisos, ha influido para que terminaran yendo por detr¨¢s. Reconocer el inmenso paso dado por todos en Espa?a es de justicia.
A pesar del indudable ¨¦xito, hay que extremar la alerta ante las nuevas variantes y los peligros que emergen, que nos recuerdan que esto no ha acabado. Por el contrario, la batalla seguir¨¢ siendo dura y seguir¨¢ exigiendo el esfuerzo de todos. La quinta ola ha dejado en Espa?a esta semana su peor cifra de muertes, con 144 notificados el mi¨¦rcoles, el peor registro desde mayo. En Israel, la pujanza de la variante delta ha vuelto a poner sobre la mesa la posible declaraci¨®n de un nuevo confinamiento en septiembre; la tercera dosis emerge como soluci¨®n; y numerosos ciudadanos est¨¢n recuperando mascarillas y contenciones que ya parec¨ªan superadas. En Francia e Italia, los gobiernos han extendido la exigencia de vacunaci¨®n para colectivos sanitarios o el certificado de vacunaci¨®n para actividades de ocio, una opci¨®n esta ¨²ltima que los tribunales de justicia no han respaldado en Espa?a pese a la petici¨®n de algunas comunidades.
El debate sobre la tercera dosis est¨¢ vivo en la comunidad cient¨ªfica, pero en la consideraci¨®n de todos debe estar la petici¨®n de la OMS de no extenderla sin que antes se eleve la tasa de vacunaci¨®n en los pa¨ªses m¨¢s pobres. M¨¢s all¨¢ del principio de solidaridad, si en estos pa¨ªses no se eleva la cota de inmunizaci¨®n, la posibilidad de que se pongan en circulaci¨®n nuevas variantes peligrosas ata?e a todos. Solo el 32,2% de la poblaci¨®n mundial ha recibido una dosis de la vacuna y solo el 24,2, la pauta completa. Hay pa¨ªses en los que apenas se ha inoculado al 1%.
En este contexto, las decisiones judiciales en contra del certificado vacunal o, el jueves, contra el toque de queda en amplias zonas de Catalu?a, trasladan la responsabilidad de la contenci¨®n a los ciudadanos, que solo manteniendo las distancias de seguridad e higiene y recuperando el buen ritmo de vacunaci¨®n ¡ªralentizado por las vacaciones¡ª pueden seguir aportando una enorme contribuci¨®n a la inmunidad colectiva. La lucha contra la covid ha exigido enormes energ¨ªas a los colectivos sanitarios. Es b¨¢sico que autoridades y ciudadanos pongan todo de su parte para reducir los riesgos y minimizar la sobrecarga del sistema sanitario de esta quinta ola y otras que puedan derivar de nuevas variantes.